El mundo del motor lo lleva demandando bastante tiempo: un Subaru BRZ (o un Toyota GT86) ‘ciclado’. Una variante más radical del divertido deportivo que sea igual de divertida de conducir, pero que entregue más de los 200 CV del modelo base.
Este deseo en Subaru tiene que pasar si o si por STI, la división deportiva de la marca nipona, que en el Salón del Automóvil de Nueva York ha mostrado por donde irán los tiros de este ‘súper BRZ’ con un prototipo, el BRZ STI Performance Concept.
Salta a la vista que va a ser la versión musculada del modelo. STI le ha añadido un completo kit de carrocería que pasa por un ensanche de los pasos de rueda, paragolpes delantero y trasero más agresivos, faldones laterales más bajos, un descomunal difusor, dos salidas de escape centrales y un enorme alerón. Como se puede ver en las fotografías, prácticamente todos los nuevos elementos tienen parte o están compuestos en su totalidad por fibra de carbono, material también presente en los nuevos retrovisores.
El habitáculo luce todavía más deportivo si cabe gracias a los asientos tipo backet de cuero y Alcantara, el volante multifunción de tres radios , la fibra de carbono del salpicadero, los detalles en color rojo y a la opción de visualizar la telemetría del coche en la pantalla central.
De la parte puramente mecánica solo se conoce que monta el mismo motor 2.0 bóxer turbo que tienen los BRZ GT300 de competición, que entrega alrededor de 300 CV y casi 450 Nm de par. A esto hay que añadirle frenos de mayor rendimiento, suspensión más deportiva, muelles más rígidos, etc.
Por el momento no hay fecha para el lanzamiento de la versión definitiva, pero con este prototipo tenemos para ir tirando.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.