Todos en casa. Mínimos desplazamientos y siempre que se encuentren justificados, autorizados o resulten imprescindibles. Una especie de mantra que deberíamos tener sobradamente asumido en estos momentos, ya muy avanzado el largo estado de alarma que sufrimos como consecuencia de la pandemia del coronavirus.
La movilidad personal también se encuentra limitada, sólo se permiten los desplazamientos contemplados por la legislación, tanto personales como profesionales.
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Una situación absolutamente extraordinaria que también ha provocado algunos cambios en determinadas normas de tráfico, inevitables ante el colapso producido en los estamentos encargados de su gestión o las limitaciones a los desplazamientos no esenciales. No se trata de relajación sino de aplazamiento, así que estas son las multas que no te pondrán durante el confinamiento.
Carnet caducado
Se puede seguir circulando con el carnet correspondiente caducado durante el estado de alarma y los siguientes sesenta días. Pero mucha atención: esta prerrogativa sólo es aplicable en aquellos casos en los que el vencimiento del permiso de conducir se ha producido precisamente durante este periodo de confinamiento. Si caducó previamente y la renovación no se produjo, el conductor puede ser multado (200 euros sin pérdida de puntos). Y, por supuesto, es obligatorio llevar el documento, físicamente o en la nueva aplicación miDGT puesta en marcha recientemente.
No pasar la ITV
De manera similar al carnet de conducir, se ha establecido un aplazamiento para el trámite de la Inspección Técnicas de Vehículos (ITV) para aquéllos usuarios a los que les haya caducado durante el estado de alarma, entre otros motivos porque las estaciones se encuentran cerradas. La prórroga se extiende a 30 días después de la vuelta a la normalidad, aunque la asociación gremial AECA-ITV ha solicitado al Gobierno una ampliación hasta el 30 de septiembre ante el colapso que puede producirse en las instalaciones. Y también como en el caso anterior, la moratoria sólo es aplicable a vencimientos durante el confinamiento, nunca anteriores ya que ello acarrearía una multa de 200 euros.
Aparcar en zonas reguladas
Muchas son las ciudades que disponen de zonas de estacionamiento regulado y restringido. Es a los propios Ayuntamientos a quienes les corresponde legislar al respecto, pero la gran mayoría de ellos han eliminado durante el periodo de confinamiento el pago por aparcar en estas áreas de la ciudad. Es necesario informarse en cada municipio, pero en principio lo más normal es que no se multe por aparcar sin pagar, o exceder los tiempos máximos establecidos, en estas zonas.
No mover el coche del sitio
Se trata igualmente de normativa municipal, siendo muchos los conductores que desconocen que su vehículo no puede permanecer estacionado indefinidamente en el mismo lugar. Lo cierto es que, excepto en casos de abandonos evidentes, la norma suele ser de interpretación bastante laxa por las policías locales, entre otros motivos porque resulta complicado verificar cuándo se mueve cada vehículo. Pero si llega a ser así o se produce alguna denuncia vecinal, en algunas ciudades se multa a vehículos aparcados en el mismo espacio durante un tiempo superior a los cinco días hábiles. Una posibilidad que, evidentemente, en estos momentos no se produce.
Estacionamiento alterno
También es frecuente en algunas lugares que se opte por el estacionamiento de los vehículos a uno u otro lado de la calle por quincenas para facilitar el flujo del tráfico. Vuelve a tratarse de competencias locales que deben ser confirmadas, pero por lo general los responsables de movilidad han derogado temporalmente esta obligación para evitar lo que podría considerarse un desplazamiento innecesario: todos los vecinos de la calle en cuestión tendrían que salir al inicio de la quincena a cambiar su coche de lugar, buscando aparcamiento y propiciando una cercanía interpersonal que debe evitarse a toda costa.
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Una vida sobre ruedas. De piloto (malo) de motocross a periodista deportivo en Diario AS, incluyendo una década en los grandes premios de MotoGP. Apasionado de los coches y las motos, en más de 30 años ha tenido el privilegio de probar unos cuantos cientos de unos y de otras. Ahora, subdirector en Prisa Motor.