El premio al Coche del Año en Europa es uno de los más prestigiosos que se dan en el mundo de la automoción. Son muchos los galardones que se entregan cada año, pero este, sin duda, se lleva la palma puesto que es un reconocimiento que otorgan por votación periodistas especializados de varios países.
Sin embargo, con el paso del tiempo, parece que no todas las elecciones han sido acertadas, viendo la escasa trascendencia que tuvieron algunos vehículos a nivel comercial, su escasa presencia a nivel continental o la desaparición de la marca poco tiempo después. Hacemos repaso a algunos modelos premiados que se pueden considerar, cuando menos, curiosos.
Opel Ampera // Chevrolet Volt (2012)
Llegó en un momento en el que los híbridos coparon el protagonismo de los planes de las marcas, aunque no del mercado. General Motors quiso dar una vuelta a lo que se estaba lanzando y creó un vehículo completamente eléctrico que se alimentaba mediante unas baterías. Esas se recargaban al enchufarlo a la corriente o mediante un motor de gasolina que producía electricidad.
Era una berlina vanguardista en algunas soluciones y cómoda para los pasajeros. Pero apenas se vendió y se vio en pocos concesionarios. Ahora la marca busca recuperar el nombre, Ampera-e, ya con forma de monovolumen compacto, y con la intención de cosechar el éxito que no tuvo su predecesor pero que mereció.
Nissan LEAF (2011)
Como ya hemos dicho, el mercado buscó opciones híbridas y eléctricas y aquí llegó un eléctrico con todas las comodidades de un compacto y con una red amplia para comercializarlo.
El problema era su autonomía, que entraba dentro del rango de lo que suelen recorrer la mayoría de los españoles cada día, pero que necesitaba de un garaje o punto de recarga seguro para cargarlo, porque no era cuestión de lanzar un cable desde la ventana para tenerlo enchufado toda la noche.
El precio fue otro de sus hándicaps, mucho más alto que sus equivalentes con motor tradicional. La autonomía del LEAF ha evolucionado y ya llega a los 250 kilómetros, pero el coche sigue siendo mucho más caro que un compacto equivalente con motor de carburante.
Fiat Panda (2004)
En el 2004, Fiat quiso revolucionar el concepto Panda y para conseguir el éxito comercial que había tenido tiempo atrás, lo integró en la corriente de los monovolúmenes compactos. Sin embargo, el resultado no fue el esperado, y eso que contó con multitud de versiones y acabados.
Salvo en Italia, en el resto de países no se vendió como se esperaba. Sin embargo, el Grupo Fiat no desistió en su empeño en este segmento, y los actuales Fiat 500X y Fiat 500L intentan ocupar ese espacio que en su día no consiguió ganarse el Panda. ¿Fue solo por diseño?
Porsche 928 (1978)
Sí, un Porsche como mejor coche de Europa, algo que llama la atención puesto que esta clasificación parece reservada solo para marcas generalistas y utilitarios accesibles para los consumidores.
Lo cierto es que este coche se salía de la tónica que tenía Porsche en aquellos años, y buscaba posicionarse como una versión de acceso a la firma de Sttutgart. Este y sus sucesores (944 y 968) vendieron más de 150.000 unidades en los poco más de 10 años que estuvieron a la venta, y hay quien lo sitúa como el coche que salvó a Porsche de la desaparición.
Rover 3500 (1977)
Cuesta ver a marcas desaparecidas en la lista de los mejores coches de Europa, o más aún, cuesta creer que firmas que hicieron coches que recibieron estos galardones hayan podido desaparecer con el tiempo.
El caso de este modelo es especial, pues tras varios años de estanqueidad en diseños y lanzamientos británicos, Rover y Triumph se unieron para preparar una berlina de gran tamaño y destinado al segmento más exclusivo.
El resultado cumplió las expectativas. El problema estuvo en que no se vendió tanto como hubieran esperado, quizás por aquello de que era demasiado exclusivo, quizás porque se centró demasiado en el mercado anglosajón. Es un modelo atractivo y aún se ven algunos por nuestras calles.
Simca 1307 (1976)
El coche de los mil nombres. Se trata del primer modelo que Chrysler desarrolló pensando en el mercado europeo, pero como contaba con varias marcas por todo el continente, en cada país se le llamó de una manera.
Así, este mismo modelo recibió los nombres de Simca 1307, Dodge Alpine, Chrysler Alpine y Chrysler 150, y, con el tiempo, Talbot 150. De hecho, se llegó a fabricar en la planta de Villaverde de Madrid cuando esta aún pertenecía a Chrysler, antes de que la estadounidense se la vendiera a PSA Peugeot.
Se trataba de una berlina algo vetusta en sus formas y equipamientos, aunque con un gran rendimiento en viaje y en ciudad. Los cambios de propiedad de la marca, de denominación y la fuerte rivalidad que apareció a finales de los setenta y principios de los ochenta marcaron el principio del fin del modelo y de algunas de las marcas que lo vendían.
NSU Ro80 (1968)
Un coche que nació demasiado pronto, tanto por diseño como por desarrollo mecánico. Se trata de una de las marcas que originó Audi, y por tanto es alemana, y con lo eficientes que son los germanos cuesta creer que lanzaran al mercado el modelo tal y como lo hicieron.
Primero por el diseño, mucho más arriesgado de lo que suelen realizar los alemanes, y después por la mecánica, puesto que tenía un motor rotativo, algo no muy explotado en las marcas europeas, en lugar de los cilindros, mucho más habituales.
El motor tenía una excelente concepción, pero le faltó evolución previa y los propietarios vivieron un calvario de fallos mecánicos que hacían que el coche pasara demasiado tiempo en el taller. Eso era inconcebible para un modelo que se encuadraba en el segmento premium. Eso sí, la comodidad de su interior era intachable.
Austin 1800 (1965)
Se quiso sumar al éxito que había tenido solo unos años antes su hermano pequeño: el Mini. Con una concepción mecánica similar, motor delantero transversal y tracción delantera, en su interior daba cabida a cinco personas y contaba con un excelente maletero.
El problema de este coche es que se vio poco fuera de tierras británicas, y que quedó por delante de un modelo que iniciaba una leyenda: el Ford Mustang, que quedó en tercer lugar –el segundo puesto fue para el Autobianchi Primula, un modelo familiar de una marca también desaparecida y hoy dentro del Grupo Fiat, aunque lleva muchos años aparcada.
Rover 2000 (1964)
El primer Coche del Año en Europa, y cuesta creer que fuera este modelo, que pasó tan desapercibido fuera del Reino Unido. Conceptualmente era un modelo familiar, con mucho diseño en su interior, y con grandes acolchados pensando en reducir los daños de sus ocupantes en caso de accidente. Era una época en la que apenas se había extendido el uso del cinturón de seguridad y el airbag quedaba lejos de concebirse.
Fiat Multipla (2000) // segundo puesto
Llama la atención la presencia del Fiat Multipla en la segunda posición del coche del año en el 2000, uno de los coches que suelen formar parte de las listas de los coches más feos de la historia.
Sin embargo, su presencia no es tan extraña teniendo en cuenta que fue uno de los primeros monovolúmenes compactos del mercado, y que en sus menos de cuatro metros de largo cabían seis personas en una configuración de 3+3.
Lástima que el diseño no acompañase, y que la mala fama del nombre lastrara a la segunda versión del modelo, que no tardó mucho en aparecer, que era mucho más atractiva y que mantenía sus buenos argumentos.
Rolls-Royce Silver Shadow (1966) // segundo puesto
Era el tercer año en que se entregaba el galardón, y uno de los modelos de Rolls-Royce más alabados de la historia por su distinción (y considerado un objeto de coleccionista) terminó en segunda posición por detrás del Renault 16, una berlina francesa mucho más mundana y accesible para los conductores europeos, pero incomparable en cuanto a motores, acabados, diseño, conducción o comodidad.
Si analizamos los resultados obtenidos por los fabricantes en las 53 ediciones del Coche del Año en Europa celebradas, vemos que Fiat es la marca que más galardones ha cosechado, con un total de 9 vehículos: Fiat 124 (1967), Fiat 128 (1970), Fiat 127 (1972), Fiat Uno (1984), Fiat Tipo (1987), Fiat Punto (1995), Fiat Bravo 1996), Fiat Panda (2004) y Fiat 500 (2008).
En segundo lugar queda Renault con seis galardones: Renault 16 (1966), Renault 9 (1982), Renault Clio (1991), Renault Mégane Scenic (1997), Renault Mégane (2003) y Renault Clio (2006).
Y en tercer lugar quedan empatados Ford y Opel con cinco trofeos cada uno. Ford ha conseguido el reconocimiento para Ford Escort (1981), Ford Scorpio (1986), Ford Mondeo (1994), Ford Focus (1999) y Ford S-MAX (2007), mientras que por parte de Opel obtuvieron premio estos modelos: Opel Kadett (1985), Opel Omega (1987), Opel Insignia (2009), Opel Ampera (2012) y Opel Astra (2016).
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