Comprar un coche de segunda mano es siempre un ejercicio de confianza. Pero se puede ir más sobre seguro si, además de revisar el coche exhaustivamente, se le plantean una serie de preguntas al vendedor o al concesionario que tiene el coche deseado.
¿Tiene el libro de mantenimiento?
Es un elemento fundamental para saber si el coche ha pasado por los mantenimientos programados.
Sería mucho mejor que los hubiera pasado en los concesionarios oficiales, pero algunos talleres sobre todo pertenecientes a franquicias, son de lo más fiables y su sello validaría la garantía del vehículo si es que todavía la tiene.
Un coche bien mantenido suele estar en mejor condición y tendrá una vida útil más larga.
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¿Cuál es el historial del coche?
¿Cuántos dueños ha tenido? ¿Cuántas averías ha sufrido? Dos ejemplos de preguntas que el historial debería mostrar. Tener un informe de CarFax es muy recomendable porque en él se muestran además diversas señales de alerta.
El historial muestra registros de mantenimiento, accidentes previos, propietarios anteriores y cualquier otro incidente relevante.
Esto ayuda a entender el pasado del coche y si ha tenido problemas importantes que podrían afectar su rendimiento o valor.
¿Ha tenido algún accidente?
Hay que preguntar directamente si el coche ha estado involucrado en algún accidente, incluso aquellos que no fueron reportados oficialmente.
Si no lo ha tenido, esto debería quedar reflejado por escrito, por si surgen problemas futuros debidos a reparaciones del chasis, del motor o de su sistema eléctrico.
¿Cuál es el kilometraje actual?
Se debe verificar si es consistente con la antigüedad del coche y su uso previo. Un kilometraje excesivamente alto puede significar más desgaste y posibles problemas mecánicos.
La mayoría de la gente piensa que los odómetros electrónicos hacen que sea más difícil cambiar la lectura, pero es todo lo contrario. El concesionario debe poder justificar la lectura del odómetro a través del historial de reparaciones del vehículo, la condición mecánica actual y el historial del coche. Y debe poder certificar estos kilómetros por escrito, al igual que la ausencia de accidentes o, al menos, golpes estructurales.
¿Se ha cambiado alguna pieza importante?
Si se ha reemplazado el motor, por ejemplo, puede ser bueno, ya que no tendrá los kilómetros generales que exhibe el coche. Pero es imprescindible saber quién lo ha hecho y si esa reparación cuenta con garantía exclusiva.
También es importante haber sustituido la correa de distribución, si los kilómetros del coche así lo aconsejan. Es un dinero que se ahorrará el comprador en el futuro.
¿Tiene garantía?
Por ley, la garantía mínima es de un año. Por eso es muy valorable que se amplíe a dos. Y, además, hay que ver quién ofrece esa garantía y qué elementos están cubiertos.
Las garantías pueden cubrir reparaciones importantes, lo que puede ahorrar mucho dinero en caso de que surjan problemas.
¿Un mecánico puede inspeccionar el coche?
Atención a esta pregunta porque si el vendedor dice que no, habrá que desconfiar de esa unidad.
Una inspección profesional puede identificar problemas ocultos que no son evidentes durante una prueba de conducción y si el vendedor se niega es que intenta esconder algo.
¿Tiene el coche algún problema relevante?
Además de lo que se puede observar y encontrar en una obligatoria prueba dinámica, se debe preguntar por si el vehículo tiene actualmente algún tipo de problema, revisión pendiente, llamada a revisión de la marca, etc…
Conocer estos problemas de antemano ayudarán a decidir si vale la pena comprar el coche y a negociar un precio justo.
¿Cuál es el estado de los neumáticos?
Además de preguntar, se pueden ver fácilmente. Si el dibujo está gastado o los flancos agrietados por el tiempo, tocará cambiarlos, con el dinero que supone. Y esto puede servir para negociar y bajar el precio.
Asimismo, unos neumáticos desgastados pueden ser un indicativo de alineación o suspensión deficientes, y necesitarán ser reemplazados si están muy gastados.
¿Por qué se vende el coche?
Esta es una pregunta con la que el vendedor se puede inventar cualquier respuesta. Lo de que pertenecía a una mujer mayor que casi no lo usaba debe hacer sospechar. Es una respuesta ya muy usada.
Y además, esta pregunta puede revelar información importante sobre posibles problemas con el coche o si simplemente es una venta por razones personales.
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