No solamente los radares o las autoridades son los que tienen la potestad de multar a los conductores. Existe un vehículo que circula en varias zonas de España y que, gracias a la tecnología de sus cámaras, tiene la facultad de sancionar.
Son coches conocidos popularmente como ‘multacars’ y están equipados con 16 cámaras cenitales. Con ellas, su radio de acción es de 360 grados y al contar con rayos infrarrojos son efectivas, también, de noche.
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¿Cómo operan los ‘multacars’?
Estos vehículos están presentes en Cataluña, Madrid, Valencia, Sevilla… La gestión depende de cada ciudad, pero el funcionamiento es, en esencia, el mismo o muy parecido.
Su equipamiento y tecnología les permite identificar y comprobar múltiples matrículas por minuto: en algunos casos hasta 25. En el caso de Madrid, la capacidad de control de los multacars es 300 veces superior a la de un agente de la Zona SER.
Pueden identificar coches estacionados en las áreas de aparcamiento vigilado que no tengan ticket y aquellos que hayan superado el tiempo abonado. Al mismo tiempo, pueden interceptar vehículos que circulan por el carril bus o que entran sin permiso a las ZBE. Y también a los que no tienen seguro, ITV o que han sido robados.
Cuando identifican a un vehículo aparcado que está cometiendo una infracción, los multacars capturan la matrícula y envían esta información a un sistema central. Allí se verifica si tiene autorización, un ticket válido o si ha excedido su tiempo. Si se ha saltado la norma, se lleva a cabo una comprobación adicional.
Si se confirma que el coche en cuestión no tiene autorización, se manda la evidencia a un agente de estacionamiento regulado. Este se desplazará hasta el lugar donde está aparcado y hará otra lectura de la matrícula para comprobar si el vehículo sigue infringiendo la ley. Si es así, emitirá una multa.
Barcelona: el caso más reciente
Después de un período de pruebas, un coche eléctrico del Ayuntamiento de Barcelona y Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) sanciona desde el 8 de mayo las infracciones estáticas (parada o estacionamiento) que se cometan en el carril bus.
El modelo elegido es un Nissan Leaf, cuya potencia puede ser de 150 o 218 CV: su autonomía es de 284 kilómetros (40 kWh) o de 396 (62 kWh). Su carrocería está vinilada en dos colores (rojo y blanco) y, además, lleva la inscripción Control fotográfico carril bus.
Ha sido equipado con diferentes elementos que hacen posible la captación de imágenes y de información. Y, a bordo, siempre irán dos empleados de TMB, prescindiendo de la presencia de los agentes de la Guardia Urbana.
El Nissan Leaf circula de forma planificada durante el horario de servicio de autobuses: lo hará por aquellas calles de Barcelona donde más se comete esta infracción. Adicionalmente, los primeros días habrá un equipo de informadores que explicarán a los infractores la prohibición.
Durante la citada fase de pruebas, que ha durado un par de meses, el coche sancionador ha registrado, de media, 60 infracciones al día. A partir de ahora, las multas serán reales y oscilarán entre 60 y 200 euros.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.