Cuando el Fiat 124 Spider salió a la luz sorprendió que, basándose en el Mazda MX-5 y tratándose de un modelo italiano, luciera una estética tan contundente. Esto quedó explicado al señalar la marca que veía el mercado estadounidense como el principal foco de ventas del descapotable.
Sin embargo, le falta algo de carácter para respaldar su imagen, algo que ha conseguido a la perfección el Abarth 124 Spider.
El camino para realizar esta versión deportiva pasa por un ligero remodelado estético, con paragolpes específicos con entradas de aire más grandes, llantas de 18 pulgadas y diseño exclusivo; un difusor más agresivo, dos salidas de escape dobles (llamadas Record Monza) y una llamativa pintura de carrocería tricolor blanca/negra/roja.
También han trabajado con el motor, un 1.4 MultiAir Turbo que entrega 170 CV (140 en el Fiat) y 250 Nm de par, y con todo el apartado mecánico. Los amortiguadores los firma Bilstein, las barras antivuelco son más rígidas y Brembo pone los frenos con pinzas de aluminio. A esto hay que sumar un adelgazamiento que deja al Abarth 124 Spider en solo 1.060 kg repartidos entre ambos ejes 50/50.
¿El resultado? Una dinámica de conducción mejorada y una aceleración 0-100 en 6,8 segundos con una velocidad máxima de 230 km/h.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.