Con el viento a favor

La muestra catalana sale adelante un año más y confirma la competitividad del coche 'Made in Spain'. Los estrenos y las actividades, ejes principales del certamen español

Con el viento a favor

El modelo de negocio de los salones del automóvil está en crisis y salvo contadas excepciones que sirven de escaparate a los grandes estrenos -Ginebra, Fráncfort y París (se alternan cada año), Detroit (solo a veces) y el poderío emergente de Pekín y Shanghai- el resto sobrevive cada año a duras penas. El de Barcelona (hasta el 17 de mayo) lo ha vuelto a lograr, en parte gracias al impulso político del gobierno central, y sobre todo por el compromiso de las marcas, que han querido agradecer al Ejecutivo con su presencia el apoyo recibido con los sucesivos Planes PIVE de estos años.

Lo cierto es que aun estando muy lejos del esplendor de hace una década, la muestra catalana reúne el interés comercial suficiente para justificar su celebración. Pero sobre todo este año está sirviendo de altavoz mediático para trasladar a la sociedad la pujanza de uno de los pocos sectores industriales de España que ha logrado alcanzar la competitividad global y convertirse en un ejemplo a seguir para los demás. Así, en el certamen se han anunciado más inversiones millonarias, ahora del Grupo VW: 4.200 millones de euros para las fábricas de Martorell (Seat) y Pamplona (VW). Y son el reflejo de algo que hace tiempo se reconoce en voz baja en los cuarteles generales del consorcio: el Polo que se fabrica en Navarra y los Seat, y en especial el Audi Q3, producidos en Barcelona, están entre los modelos con índices de calidad más altos del grupo en el mundo.

Lo mismo sucede con los Renault de Valladolid y Palencia, los Peugeot y Citroën que salen de Vigo y Madrid, o los Ford (Valencia), Opel (Zaragoza), Mercedes (Vitoria), Iveco (Madrid y Valladolid) y Nissan (Barcelona) hechos aquí. Esta última factoría se acaba de adjudicar también una pick up (camioneta con caja de carga aparte) para Renault-Nissan que llevará al límite su capacidad. José Vicente de los Mozos, máximo representante de la Alianza franco-japonesa en España y uno de los pocos ejecutivos nacionales que juega en la Champions mundial del sector, definía así la situación actual a EL PAÍS: «Se han hecho muchas cosas bien en estos años y somos la punta de lanza de la recuperación española. Pero no nos podemos dormir, porque seguimos teniendo los mismos problemas de siempre: logística, energía, formación… Se han mejorado cosas, pero los demás países también lo han hecho. El coste de la energía por ejemplo, es un 50% más bajo en Francia y en EE UU es solo un tercio de lo que se paga aquí. Y solo esto puede suponer 200 euros por coche».

De momento un optimismo cercano a la euforia invade el sector, que viaja con viento de cola: el mercado europeo está batiendo las previsiones (2%) y crece al 5% mientras España lo hace un 24%. El 85% de lo fabricado aquí se exporta y solo Renault subirá en 2015 un 30% su producción en España hasta 400.000 unidades.

La renovación interior del Ibiza

La puesta al día del Seat Ibiza, actual líder de ventas del mercado español, es el principal estreno en Barcelona, junto a la actualización del Seat Alhambra.







ampliar foto

Salpicadero del Seat Ibiza 2015.




El nuevo Ibiza llegará en junio y ha recibido una profunda remodelación interior que resuelve su principal punto débil. Así, estrena un salpicadero similar al del VW Polo, con plásticos mullidos -más seguros en caso de accidente- una consola central más cuidada con pantalla táctil (hasta 6,5 pulgadas), nueva instrumentación… El resultado es una presentación más atractiva y vistosa. La evolución se completa con paquetes decorativos para personalizarlo por dentro, suspensión más cómoda, motores más limpios y tecnologías opcionales sofisticadas, como sensor de fatiga, alerta de cambio de carril o el sistema de conectividad Easy Connect Full Link, uno de los más avanzados: entre otras cosas, lee en marcha los mensajes y correos del móvil.



Del simulador de vuelco
a la escuela de diseño


Como es habitual, el certamen barcelonés reúne una variada oferta de actividades paralelas, que en esta edición se estructuran en tres áreas principales: diseño (Sketch Car Design), tecnología (Connected Car) y movilidad urbana.

La zona de tecnología permite ver en directo cómo funcionan las últimas innovaciones de confort y seguridad del automóvil, como el aparcamiento remoto -desde fuera del coche- y la comunicación entre vehículos, que ayudará a evitar accidentes. Además, el área cuenta también con un simulador de vuelco, una máquina de aprendizaje que muestra a los conductores cómo reaccionar para salir del vehículo: al estar boca abajo, hay que tener especial cuidado al quitarse el cinturón para evitar lesiones en la cabeza y el cuello.

En el sector dedicado al diseño, los visitantes podrán conocer el proceso completo de creación de un automóvil, desde los primeros bocetos hasta la simulación informática y las maquetas a escala que sirven de base para el modelo definitivo. La propuesta se completa con seis coches que han marcado tendencia, y con una retrospectiva que reúne a 24 de los mejores diseñadores de la historia.

Por su parte, la zona centrada en la movilidad urbana presenta las soluciones en las que se trabaja para mejorar la sostenibilidad del tráfico en las ciudades y luchar contra la espiral creciente de población, tráfico y contaminación que afecta a la mayoría de capitales mundiales. Una de las respuestas son los vehículos eléctricos, desde bicis hasta taxis.

Y de cierre, se puede probar suerte en los simuladores de conducción de Nissan y Playstation, que ofrecen la posibilidad de cambiar el mando de la consola por un volante real y pasar de ser piloto virtual a oficial. Los mejores tiempos de cada día se clasificarán directamente para la final del concurso, prevista para junio.



Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram

Salir de la versión móvil