Mírate, intentando subir esa carretera de montaña, queriendo alcanzar la cima de un puerto y fracasando estrepitosamente por cuatro copos de nieve que cubren la carretera. Pones las cadenas, resoplando, cansado y empapado, cuando te pasa como una exhalación un Subaru STI. Es lo que tiene haber sido creado para lidiar con todo tipo de terreno y salir indemne.
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