El coche nuevo entra por la vista y por el bolsillo, principalmente. Según corroboran algunas encuestas, el diseño es lo que más influye en la compra de los conductores, por delante del precio y la tecnología. Pero hay otros detalles que se deben tener en cuenta a la hora de comprar coche. Estos son los diez más importantes:
1. Diseño
Por no contradecir a las encuestas, la estética aparece en primer lugar. A la mayoría de los conductores les gusta ver su coche y ser vistos en él: siempre resulta preferible tener un coche bonito o, por lo menos, agradable a la vista. Hay horrores de la industria de la automoción de los que conviene salir huyendo. Aunque un coche no es un cuadro: el aspecto no es lo más importante.
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2. Precio
Cuando se tiene decidido qué tipo de coche se quiere y qué uso se le va a dar, es evidente que el precio resulta fundamental a la hora de decantarse por un modelo u otro. Hay automóviles de marcas diferentes que son muy similares entre sí (o directamente el mismo modelo con otro logotipo), por lo que las prestaciones son también parecidas. Sin embargo, unos fabricantes son más caros que otros (es cierto que ese sobreprecio a veces está justificado, pero no siempre).
Para encontrar el mejor precio, se puede esperar a rebajas específicas de las marcas, a cambios de generación (los modelos viejos se abaratan) o a liquidación de stock en los concesionarios.
3. Motor
Cuando se vaya a comprar coche, en la elección debería influir el motor. En este caso, la decisión depende mucho del uso del vehículo. No es lo mismo adquirir un utilitario para moverse por la ciudad (en el que la potencia no importa prácticamente nada) que un coche familiar para hacer viajes largos o un modelo muy potente para grandes aficionados al motor.
Habrá que tener en cuenta no solo los caballos, sino también el par motor, del que depende que la potencia se deje sentir a más o menos revoluciones. Lo mejor es que un coche familiar ofrezca una buena respuesta del motor a pocas vueltas, sin necesidad de subir las revoluciones en exceso.
4. Consumo y emisiones
El consumo es otro de los puntos que no deberían obviarse al comprar un coche. No es lo mismo un modelo que consuma cuatro litros a los cien kilómetros que otro que gaste seis, evidentemente. Recorriendo unos 15.000 kilómetros anuales, el ahorro es de más de 300 euros.
Y las emisiones de dióxido de carbono también son importantes. Ahora mismo, los vehículos que homologuen unas emisiones de CO2 inferiores a los 120 g/km se libran de pagar el impuesto de matriculación.
5. Diésel, gasolina, híbrido, eléctrico, de gas…
Otra decisión importante. La caída de los coches diésel es más que notable, pero no tiene por qué estar justificada. Los modelos de gasóleo todavía pueden resultar eficientes, aunque todo depende del uso que se vaya a dar al vehículo. Si se va a conducir en ciudad, los híbridos y los eléctricos puros pueden ser una gran alternativa porque el gasto en combustible es muy inferior, aunque la inversión inicial suele ser superior. Tampoco hay que desechar los motores de gas, por los que muchas marcas apuestan.
6. Interior
El interior debe valorarse bien. Al fin y al cabo, el aspecto exterior no deja de ser mera estética: el vehículo se usa por dentro. Conviene asegurarse de que los materiales son de la calidad que nos interesa y que el tamaño del habitáculo se ajusta a las necesidades.
No es lo mismo contar con tres plazas traseras holgadas que dos y media o directamente dos, ni tampoco hay que olvidarse de comprobar la altura hasta el techo o el hueco para las rodillas. Comprobar la modularidad y la comodidad de los asientos resulta fundamental.
7. Maletero
Hay conductores a los que el maletero no les interesa en absoluto, pero la mayoría lo utilizan habitualmente y para muchos es imprescindible que sea grande. Aparte de informarse del volumen máximo con el que cuenta, no está de más probar cómo se escamotean los asientos para sacarle mayor partido posible. De lo contrario, en el primer viaje largo será fácil arrepentirse.
8. Equipamiento de serie y tecnología
El modelo elegido puede tener un diseño convincente, el motor adecuado, un consumo ajustado, el interior apropiado y un precio casi increíble, pero… a veces ocurre que la versión más barata de una gama no tiene ni aire acondicionado ni elevalunas eléctricos. Todavía ocurre: hay variantes muy básicas y para que el coche sea mínimamente utilizable con comodidad se hace imprescindible pagar bastante más del precio original.
Todo depende de lo que cada uno desee, pero hay algunas tecnologías a las que no se debería renunciar en el equipamiento de origen. Los sistemas de ayuda a la conducción cada vez son mejores y merece la pena invertir en ellos.
9. Seguridad
No es uno de los aspectos en los que más se fijan quienes quieren comprar coche, pero deberían. El mercado ofrece modelos cada vez más seguros para ocupantes y peatones y las cinco estrellas EuroNCAP son una garantía para conducir con tranquilidad.
10. Garantía y servicio postventa
Probablemente pocos son los que se decantan por un coche u otro en función de si la marca le ofrece dos, cuatro o siete años de garantía, pero no está de más tenerlo en cuenta. Asegurarse un buen servicio de atención al cliente postventa tranquiliza bastante.
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