Detenido por robar un coche de lujo hace 21 años

El acusado sustrajo pieza por pieza en 2001 un Talbot-Lago T150 C SS Goute d’Eau, fabricado en 1938 y valorado en diez millones de dólares.

Talbot-Lago T150 C SS “Goute d’Eau”
Un ejemplar del Talbot-Lago T150 C SS “Goute d’Eau”.

Los robos de coches son muy comunes, pero siempre hay casos particularmente singulares, como el de un hombre que ha sido detenido 21 años después de robar un Talbot-Lago T150 C SS Goute d’Eau. El modelo está valorado en diez millones de dólares.

El coche de lujo se fabricó en 1938 y desde 1967 estuvo en propiedad de Roy Lieske, un estadounidense afincado en Milwaukee, Wisconsin. Este tenía el vehículo dentro de una fábrica de plástico que también era propiedad suya, y a principios de la década de los 2000 lo desmontó para restaurarlo.

El proyecto no llegó a buen puerto porque, en 2001, el acusado, Christopher Gardner, accedió a la planta y se llevó el coche pieza por pieza, que luego trasladó a California. Allí esperó pacientemente hasta 2005, cuando Lieske falleció, y puso en marcha la segunda parte de su plan: conseguir hacerse con la propiedad legal del Talbot-Lago.

Se puso en contacto con Robert ‘Skip’ Mueller, heredero de Lieske, presuntamente con la intención de comprar piezas para el coche, aunque el objetivo real era conseguir su firma para poder crear una documentación falsa que pusiera el vehículo a su nombre.

El recorrido del coche robado

Gardner contactó con un policía, al que convenció para que cerrara el caso del robo del vehículo y así figurase que había sido recuperado y después que se lo habían vendido. Con ello, se aseguró la propiedad legal del coche, tras lo que en 2006 lo mandó, todavía por piezas, a Suiza y después a Francia, donde la idea era restaurarlo.

Tampoco salió como pensaba en esta ocasión. Mandó el motor a un especialista francés para que lo pusiera a punto, pero después se negó a pagarle, por lo que el mecánico no le dio el bloque. Ante la situación, Gardner se hizo con otro propulsor y modificó su número de serie para que coincidiera.

Tras completar el proceso, finalmente en 2015 consiguió venderlo, concretamente a Rick Workman, un coleccionista de Illinois que pagó por él 7,6 millones de dólares. Este no se esperaba que, cuando intentó registrarlo, salió a la luz que era robado, lo que puso en alerta a la policía.

En ese momento, Mueller, el legítimo heredero del vehículo, intentó recuperar el vehículo, ante lo que Workman se negó. El proceso judicial todavía está abierto y no se ha fallado a favor de ninguna de las dos partes.

Intento de venta a Ford

Lo más llamativo de este caso es que, de manera paralela, el mecánico francés que se quedó el motor original del Talbot-Lago T150 C SS Goute d’Eau, intentó vendérselo a la empresa que vendió el coche y también a Ford, lo que puso al FBI sobre la pista.

Lo encontraron, comprobaron que el bloque tenía el número de serie original del modelo y, además, pudieron tirar del hilo hasta encontrar a Gardner. A finales de 2021, casi 21 años después de cometer el robo original, fue detenido en Suiza.

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