Cuando se viaja en coche en vacaciones el maletero muchas veces se queda pequeño y el habitáculo, por cuestiones de seguridad, no es el sitio más adecuado para meter cosas que estén sueltas. Lo mejor es recurrir a ese accesorio adicional que antaño era tan habitual en utilitarios cargados hasta los topes: la baca portaequipajes.
Conocida en algunos lugares de América Latina como ‘parrilla’, por su forma, ya que en un principio era un sistema de barras transversales y longitudinales, hoy en día son simplemente dos barras que se colocan transversalmente y de forma paralela en el techo del coche.
¿Qué soluciones podemos encontrar?
Barras de techo. Aunque hay diferentes calidades y precios, es la opción más asequible para transportar objetos en el exterior del coche (entre los 60 y los 250 euros de media). Su montaje es bastante sencillo, aunque si resulta trabajoso subir cosas pesadas sobre ellas evitando rozar o abollar la pintura. Además están disponibles numerosos accesorios para adaptar sobre ellos objetos específicos como bicicletas, canoas, tablas de surf, esquíes, etc.
En el mercado encontraremos bacas estándar, pero las empresas fabricantes de coches suelen diseñar un portaequipajes específico para sus modelos, e incluso algunos de ellos traen de serie unas barras longitudinales sobre las que montar estas barras y que evitan los molestos ruidos que resultan de la falta de aerodinámica de esta solución de transporte. Incluso reducen algo el consumo de combustible.
Precisamente sus mayores inconvenientes, además del ruido que producen, son la elevación del centro de gravedad del coche (haciéndolo más inestable) y el aumento de la resistencia al viento (generando con ello mayor consumo de combustible).
Para corregir algo el centro de gravedad podemos colocar los objetos más grandes y pesados abajo y lo más atrás posible. Si por el contrario son más o menos similares en peso y proporciones hay que distribuir uniformemente la carga por todo el espacio del portaequipajes.
En el caso de querer controlar que no suba el consumo, debemos colocar la carga en forma de cuña, es decir, los objetos más pequeños delante y los más grandes detrás, para ayudar a la aerodinámica. Podemos mejorar también la resistencia al viento si tapamos esta mercancía con una lona o un plástico, que debe quedar bien tensa y sujeta con una cinta o cuerda para mejorar el efecto aerodinámico y evitar que flanee.
Cofres o baúles. Es la mejor solución para favorecer la aerodinámica y ahorrar combustible. También ofrecen mayor seguridad de sujeción de la carga, reducen el ruido y dan al coche algo de estilo. Sobre todo en coches pequeños con poca capacidad en el maletero. Estos cofres se anclan a las barras del portaequipajes y tienen una considerable capacidad de almacenamiento.
Algunos son grandes y amplios como todo el portaequipajes y otros ocupan solo la mitad de la baca, dejando la otra parte para poner, por ejemplo, un soporte para transportar bicicletas. También se encuentran plegables o flexibles de tela impermeable. El inconveniente es que se montan y desmontan con mayor dificultad. Su precio varía dependiendo del tamaño, del material y del diseño del cofre (entre los 100 y los 300 euros de media) y además hay que añadir el coste de las barras de techo para poder montarlo.
Baúl trasero. Cabe la posibilidad de instalar un cofre en la parte de atrás del vehículo en lugar de en el techo. Estos suelen ir anclados a la bola de remolque y existen también para transportar bicicletas e incluso animales.
Al tapar las luces y matrícula del vehículo, el cofre debe llevar un juego adicional de estas. La mayor ventaja que ofrecen es que el montaje y acceso al mismo es más sencillo que el del cofre de techo. Sin embargo, su precio es mucho mayor (entre los 400 y 600 euros de media) y además hay que sumarle el coste de la instalación de la bola de remolque más un kit para la conexión eléctrica, lo que suele suponer entre 200 y 300 euros de media. Además al añadir longitud al vehículo debemos extremar las precauciones durante los aparcamientos.
Remolque o carrito. Suponen otra opción para llevar carga adicional de viaje, pero no es precisamente barata, ya que además de tener instalada una bola de remolque en el coche, es preciso que tenga una serie de características técnicas elevadas para que no nos resulte un engorro más que una solución. Como por ejemplo, que las ruedas no sean demasiado pequeñas, que el carro no sea muy corto, que lleve frenos o un sistema basculante.
Es decir que los carros o remolques más baratos no son precisamente la mejor opción para un viaje largo, si no queremos tener la visión por el retrovisor de un carro que está dando saltos constantemente. Los más baratos cuestan unos 300 euros y para llegar a los más evolucionados debemos subir hasta los 500 y 600 euros. Un inconveniente añadir es que necesita un lugar donde guardarlo cuando no se usa, pero como ventaja está que se puede usar con el carné tipo B.
Algunos consejos y trucos
Es bueno tener en cuenta algunos trucos para que todo sea más sencillo a la hora de transportar cargas en estos dispositivos.
Proteger el techo. Al cubrir el techo del vehículo con una manta, plástico o lona gruesa durante las operaciones de carga y descarga, con ello evitaremos dañar la pintura. Los recortes de un churro de piscina nos pueden servir para ponerla carga sobre ellos.
Mejor acompañados. Es mejor no intentar subir o bajar una carga pesada sin ayuda, a menos que queramos asegurarnos una abolladura o un raspón en la carrocería. Incluso, si es necesario, se puede usar un elevador o una pequeña escalera para alcanzar mejor al techo.
La carga, en el centro. Si la carga no ocupa todo el portaequipajes, es mejor que lo llevemos todo al centro del vehículo lo mejor que podamos, ya que si lo ponemos todo en un lado tendremos problemas de estabilidad en las curvas.
Cuerdas resistentes. Asegurar la carga con cuerdas o pulpos suficientemente resistentes, ni demasiado rígidas, ni demasiado flexibles, aunque todo ha de quedar lo más inmóvil posible. Es conveniente que estas cuerdas sean largas y recorran los objetos en todas direcciones y que pasen por delante, por detrás y por cada lado de los mismos. De esta manera nos aseguramos que la carga queda fija de cara a las fuerzas centrífugas y centrípetas de las curvas.
Cinta americana. La cinta americana, unas bridas largas y gruesas o incluyo alambre flexible y resistente nos ayudarán también a fijar la carga adicionalmente para que no se vaya moviendo nada mientras circulamos.
Más prudencia. No olvidemos que al llevar más peso y también para evitar que se suelte debemos aumentar considerablemente la distancia de seguridad, para poder tener una buena zona de frenada que nos permita reducir más lentamente en caso de necesidad.
Seguridad. Para evitar a los amigos de lo ajeno, un buen truco es asegurar la carga con un candado de rueda de moto de los que tienen alarma. De esta forma, si alguien intenta coger algo el ruido nos alertará. Los cofres suelen llevar cerradura o candado, pero tampoco está de más asegurarse con el mismo método ante los que son hábiles con las ganzúas.
Sin huecos. En la caso de los baúles o cofres conviene que quede todo bien apretado para que no se mueva nada dentro de los mismos durante el trayecto. Piezas de tela, ropa, cartones o trozos de gomaespuma nos pueden ayudar a completar los huecos que quedan libres y sujetar así mejor los objetos.
¿Qué dice la normativa?
Para que no quepa duda sobre cómo se deben usar estos dispositivos de carga, en el artículo 14 del Reglamento General de Circulación se hace referencia a cómo debe de ir sujeta la carga, y en el artículo 15 se definen las dimensiones de la carga que se puede transportar en una baca portaequipajes. Este es un resumen:
• La carga ha de ir colocada bien sujeta, de forma que no pueda caer, desplazarse o comprometer la estabilidad del vehículo. Asímismo no debe producir molestias de ningún tipo ni a los ocupantes del propio coche ni a otros ocupantes de la vía. Todo lo que pueda caer (polvo, cosas pequeñas…) debe cubrirse totalmente.
• Se permite que los objetos traspasen por la parte trasera un 10 % de la longitud total del coche y que superen hasta el 15 % si el objeto transportado es indivisible. Esta carga que sobresale debe señalizarse con la placa reglamentaria cuadrada V-20 y con una luz roja si se va a circular de noche. Así mismo, la carga no puede sobresalir nada por los lados del vehículo.
• No debe impedir la correcta visibilidad de los dispositivos luminosos, placas de matrículas o cualquier otra señalización obligatoria del coche.
• En cuanto a las operaciones de carga y descarga, han de hacerse principalmente fuera de la vía, pero si esto no fuera posible se deberán realizar por la zona de la acera o borde de la calzada y habrá que hacerlo lo más rápido posible y evitando ruidos y molestias innecesarias. Está prohibido depositar la mercancía en la calzada, arcén y zonas peatonales.
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