Nissan tiene muchos modelos que perduran en el imaginario colectivo, pero entre tanto icono, uno brilla con nombre y apellido: el Skyline R34. Lejos queda el año 199 en el que se estrenó, pero el tiempo no pasa por él y sigue incombustible, incluso para plantar cara a su heredero, el GT-R. La diferencia de caballos entre ambos es cuantiosa (276 del mayor por más de 500 de su «retoño»), ¿será determinante en un duelo en circuito?
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