El adiós del Bentley Mulsanne después de una década y 7.300 unidades

Tras más de una década siendo el buque insignia de la compañía, dejarán de fabricarse tanto el modelo como su conocido motor de 6,75 litros.

Bentley Mulsanne

La despedida del Mulsanne cierra una etapa para Bentley.

Exclusividad, artesanía y coches cuidados al detalle. Una marca como Bentley no se basa en las cifras de ventas y es algo que hay que tener en cuenta al observar este dato: el Bentley Mulsanne, buque insignia de la marca británica, se despide tras más una década de producción en la que solo se han fabricado 7.300 unidades.

El enfoque de este vehículo lo explica Adrian Hallmark, director ejecutivo de la compañía: “El Mulsanne es la culminación de todo lo que aprendimos en Bentley durante nuestros primeros 100 años produciendo los mejores coches de lujo del mundo. Un verdadero icono. Ahora, cuando comenzamos el viaje de Bentley para definir el futuro de la movilidad de lujo sostenible, el papel del buque insignia pasa al nuevo Flying Spur”.

Algunos datos sirven para hacerse una idea más clara del mimo con que se cuida cada ejemplar de la berlina: más de 700 trabajadores han estado implicados en su producción en esta década, se han dedicado más de tres millones de horas de trabajo a su fabricación, se han llevado a cabo más de 42 millones de soldaduras por puntos, se han necesitado más de un millón de horas solo para crear los interiores de cuero y se han dedicado más de 90.000 horas a pulir los coches.

Con semejante historia a sus espaldas, la despedida del icono se va a llevar a cabo a lo grande, con una edición especial limitada de solo 30 ejemplares denominada Mulsanne 6.75 Edition by Mulliner.

Como es habitual en el modelo, luce una carrocería bitono, con el gris oscuro como color principal combinado con el cobre en el capó y el techo. Calza llantas Mulsanne Speed de 21 pulgadas con un acabado específico, monta la parrilla Serenity y la característica figura que corona el capó tiene un acabado oscuro.

No hay imágenes del interior, pero la firma señala que cuenta con diversos homenajes al motor de 6,75 litros, que también dejará de producirse. Un ejemplo son los controles de la ventilación, ahora con forma de réplica en miniatura de la tapa de aceite. Además, bajo el capó se encuentra una placa identificativa con el número dentro de la serie.

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Mario Herráez

Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.

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