2014 está siendo un año de aniversarios en el mundo de la automoción: Ford celebró los 50 años del Mustang con una edición especial, Maserati ha cumplido 100 años y por eso ha lanzado los GranTurismo y GranCabrio MC Stradale Centennial Edition, y ahora es BMW la que celebra las tres décadas de existencia del M5 con la edición 30 aniversario.
La versión tope de gama de la berlina se viste con un color de carrocería exclusivo, el ‘Individual Frozen Dark Silver’, y adorna el conjunto con diversas piezas acabadas en cromado oscuro, como sus cuatro salidas de escape. Calza llantas bitono de 20 pulgadas y no faltan los logos identificativos de la edición en los intermitentes, los umbrales de las puertas, los respaldos de los asientos y el salpicadero, en el que además figura la unidad de la que se trata de las 300 que se producirán.
Tratándose de una efeméride tan importante, no se podía reducir a un trabajo visual así que en BMW han querido ofrecer el M5 más potente de la historia. Ajustando el sistema de gestión del motor y aumentando la presión de la sobrealimentación han subido el bloque V8 4.4 biturbo de serie hasta los 600 CV y los 700 Nm de par máximo.
Como en el M5 normal, va asociado a una caja de cambios automática de doble embrague y siete relaciones, aunque gracias al aumento de potencia consigue mejorar el tiempo en el 0-100 en cuatro décimas, parando el crono en 3,9 segundos. Como es habitual, la velocidad máxima está limitada electrónicamente a 250 km/h, aunque con el M Driver Package se amplía hasta 305 km/h.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.