El Fiesta se viste de campo

Ford presenta el EcoSport, un todoterreno pequeño basado en su utilitario que competirá con los Peugeot 2008 y Renault Captur

El Fiesta se viste de campo

De 2013 a 2018, las ventas de todoterrenos pequeños crecerán nada menos que un 90%, según Ford. El impulso vendrá de su actual éxito comercial y también de la llegada de nuevos modelos. Ante esta perspectiva, la marca americana va a lanzar su primera propuesta de este tipo, el EcoSport, que competirá con los Peugeot 2008 (derivado del 208), Renault Captur (Clio) y las alternativas similares. El nuevo Ford aporta una imagen más recia y campera que sus rivales, y también una estrategia comercial diferente: se venderá con dos motores muy distintos —gasolina de 125 CV y diésel de 90 CV— al mismo precio: 18.500 euros o 17.500 con Plan PIVE. Es más caro que las versiones básicas de los 2008 y Captur, pero menos que sus variantes intermedias y viene más completo.

Las primeras unidades llegarán en febrero, aunque el lanzamiento a gran escala está previsto para finales de abril.

Al igual que otros 4×4 de bolsillo, el EcoSport puede cumplir como coche único para parejas jóvenes. Muestra un diseño más original que el Fiesta y completa sus argumentos con un interior y un maletero más amplios. Y añade la posición de conducción elevada de los todoterrenos. Su estética luce unas proporciones peculiares, con un frontal demasiado alto, y suma detalles poco comunes como la rueda de repuesto por fuera del portón, que aumenta la longitud hasta 4,23 metros. Sin ella mide 3,99 metros, como el Fiesta, aunque su mayor altura permite reposicionar los asientos y ganar espacio: puede alojar adultos atrás con más confort y ofrece un maletero superior: de 310 a 375 litros según la inclinación del respaldo (290 el Fiesta).






Al volante mantiene el tacto preciso y dinámico del Fiesta, con el que comparte chasis, aunque con una puesta a punto más confortable y suspensiones elevadas para poder circular por pistas de tierra. Pero solo se vende con tracción delantera y, como todos los demás, no está pensado para afrontar dificultades fuera del asfalto. Sin embargo, tiene 20 centímetros de altura libre al suelo y puede vadear cauces de hasta 55 centímetros de profundidad. Y estas capacidades superan a la mayoría de todoterrenos pequeños y se derivan de su origen: el EcoSport está desarrollado y producido en Brasil para venderlo en Sudámerica, donde hay aún muchas carreteras sin asfaltar.

La gama incluye dos propulsores, ambos con cambio manual de cinco marchas: el 1.0 turbo Ecoboost de tres cilindros y 125 CV, y un nuevo 1.5 turbodiésel TDCi de 90 CV. Los dos mueven el coche con cierta solvencia, aunque muestran grandes diferencias: el Ecoboost corre más (acelera de 0 a 100 km/h en 12,7 segundos, por 14 del TDCi) y funciona también con mayor suavidad, mientras que el turbodiésel consume menos, con un gasto medio de 4,9 litros, por 6,6 del gasolina.



Control por voz de la música, el teléfono y el navegador

Uno de los sistemas más llamativos del EcoSport es el control por voz SYNC, que añade ahora la funcionalidad Applink o de manejo oral de algunas aplicaciones del teléfono móvil, como Spotify (música), Tom Tom (navegación) y Hotels.com (turismo). Así, basta hablar al coche para poder seleccionar una canción, recibir instrucciones de cómo llegar a un destino o hacer una reserva de habitación.

El equipamiento también sorprende, porque es cerrado y no se pueden elegir opciones ni acabados, aunque resulta completo e incluye más de lo esperado en un coche de este tamaño y precio: control de estabilidad y siete airbags, llantas de aleación, climatizador, USB, bluetooth, ordenador, sensores de aparcamiento y presión de ruedas, conexión automática de faros y limpiaparabrisas, control de velocidad y hasta acceso y arranque sin llave.

El interior, por su parte, es casi igual al del Fiesta, pero suma una mayor cantidad de huecos para objetos que potencian su sentido práctico.



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