Sostenibilidad y flexibilidad. Sobre esos dos ejes gravita la estrategia de Volkswagen, el mayor grupo de automóviles de Europa, según comunicó el lunes su presidente, Martin Winterkorn, en el evento anual previo al Salón de Ginebra en el que el gigante alemán presenta las novedades de la docena de marcas que lo componen, entre ellas la española Seat, con una puesta en escena poderosa y futurista, ante un público de 1.500 personas. Flexibilidad para poder “adaptar la industria más rápidamente a las necesidades de cada cliente”. Y sostenibilidad para cumplir el compromiso, asumido públicamente el año pasado en el mismo escenario de la ciudad suiza, de alcanzar para 2018 una media de emisiones de 95 gramos / kilómetro de CO2 (dos años antes del límite fijado por la UE) y convertirse para ese año, en palabras de Winterkon, “en líderes también en el aspecto tecnológico”.
“En este mismo lugar”, explicó el presidente, “dimos el pistoletazo de salida a la estrategia eléctrica del grupo. Hemos invertido 10.200 millones de euros el año pasado en i+D, una cifra récord, y la mayoría en tecnología eléctrica”. La búsqueda de sostenibilidad es un objetivo, dijo Winterkorn, de todas las marcas y todas las regiones donde están presentes. Y no incumbe solo a los modelos sino también a las fábricas de un grupo que emplea a 400.000 personas en todo el mundo y fabrica más de seis millones de coches al año. “Nos comprometimos a que las fábricas, no solo los coches, sean más ecológicas”, dijo Winterkorn, “a bajar el consumo energético y las emisiones de CO2 en un 25% para 2018. Hoy hemos alcanzado el 50% de ese objetivo. Tenemos 54 modelos que emiten menos de 100 g/km de CO2 y 324 modelos que emiten menos de 120 g/km. Varios de nuestros coches ya hacen cien kilómetros con tres euros”.
El ejecutivo alemán aseguró estar “convencido” de que la digitalización y los desafíos regionales colocan a la industria “ante uno de los cambios más importantes desde que existe el automóvil”. “Uno de los más grandes desafíos”, dijo, “es adaptar la industria más rápidamente a las necesidades del cliente”. Unas necesidades, explicó, que no se ajustan a los ciclos comerciales actuales de los automóviles, de siete u ocho años de duración. “Necesitamos ciclos de modelos mucho más cortos”.
El coche es “cada vez más un ordenador móvil” y eso tendrá “consecuencias revolucionarias”. “Parte de las actualizaciones de un coche las podrá hacer el cliente con una aplicación en su garaje”, avanzó. “Por eso el grupo ha firmado una alianza de cooperación grande con Google”.
La industria, según Winterkorn, debe replantearse todo. “¿Tiene que tener cada modelo un sucesor?”, preguntó. “A nosotros no nos da miedo ese desafío. Con nuestros sistemas de producción modulares tenemos la respuesta en nuestra mano. Podemos ofrecer más versatilidad y modelos de nicho que sean más viables y rentables”.
“Los mejores pensadores y estrategas del consorcio están pensando en todo esto”, aseguró. El proyecto ha sido bautizado como Future Tracks, los caminos del futuro.
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