El machismo oculto en los coches: por qué las mujeres se exponen a un riesgo mayor al volante

Varios estudios certifican que las probabilidades de sufrir lesiones graves en un siniestro vial son más elevadas para las conductoras y pasajeras.

El Instituto de Biomecánica de Valencia señala en un informe que analiza la conducción autónoma desde la perspectiva de género que las mujeres tienen un 47% más de probabilidades de sufrir lesiones graves que un hombre en un siniestro vial. También es más elevado el riesgo de daños moderados (un 71%), y las probabilidades de muerte son un 17% más altas. 

Este peligro existe incluso en situaciones controladas, cuando los investigadores manejaban factores como la altura o el peso de las víctimas, el uso del cinturón de seguridad y la intensidad del choque. Y la razón es, según concluyen, el diseño de los coches: están hechos con los hombres como referencia.

Más de la mitad de los conductores en España son hombres (56%, según datos de la Dirección General de Tráfico) y son ellos quienes conducen casi siempre cuando van en pareja, tres de cada cuatro veces.

Circulan más a menudo –un 70% más de kilómetros–, cometen más infracciones y sufren más siniestros. El 90% de los conductores fallecidos en accidente de tráfico en la última década en España y el 85% de los heridos graves eran hombres, con una tasa de letalidad que multiplica por cuatro a la de la mujer.

Pero, en términos relativos, el riesgo de muerte en caso de accidente es muy superior para las mujeres: los coches las protegen peor. 

Lo certifica un ensayo de la Fundación Línea Directa realizado junto con la Universidad Pontificia Comillas. Una prueba de choque frontal simulada por ordenador, que ha tenido en cuenta la anatomía promedio de cada género, demuestra que las conductoras tienen el doble de probabilidades de sufrir una lesión cerebral muy grave y casi un 50% más de riesgo de tener una fractura craneal que los hombres en caso de choque frontal. 

Maniquíes para las pruebas de choque

Esto sucede, en buena medida, según los autores del estudio, por un problema de base. Los turismos están pensados para los hombres y diseñados a medida de sus cuerpos. Una de las causas es que los maniquíes que se usan en las pruebas de choque (los dummies) replican mayoritariamente cuerpos de hombre, y los resultados de estos test han servido desde hace décadas para mejorar la seguridad de los vehículos. 

Se parte de un modelo masculino y las consecuencias se aprecian en los habitáculos. Los autores del informe concluyen que las mujeres de estatura baja o media se ven obligadas a acercarse demasiado al volante, lo que incrementa notablemente la probabilidad de sufrir lesiones graves en el tórax (un 25% más), la cabeza (22%) y el cuello 45%) cuando se activa el airbag. 

Los autores de este estudio remarcan que para comprobar las consecuencias de un choque en una mujer la industria utiliza mayoritariamente el maniquí Hybrid III 5th female. Este modelo simula un cuerpo de 1,52 metros y 50 kilos, datos que lo sitúan en un percentil 5 entre las mujeres, por lo que se aleja mucho del cuerpo medio desde el punto de vista estadístico. El informe destaca, además, su “biofidelidad femenina limitada”. 

Una de las consecuencias de este sesgo de género en el diseño de los coches es que las mujeres están menos protegidas por los cinturones de seguridad. Estos elementos están desarrollados sin tener en cuenta la clavícula ni los pechos femeninos.

El primer maniquí femenino

Según este estudio, que cita entre otras fuentes a la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras de Estados Unidos (NHTSA), la primera causa de muerte fetal por traumatismo es el llamado efecto submarino, es decir, un deslizamiento bajo del cinturón, que no sujeta bien la parte alta del cuerpo y potencia la presión de la banda abdominal sobre el vientre.

En un esfuerzo por minimizar estos riesgos, un equipo sueco dirigido por Astrid Linder, directora de seguridad vial del Instituto Nacional de Investigación de Carreteras y Transporte de Suecia, desarrolló en 2022 un maniquí femenino para pruebas de choque. Su altura es de 1,62 metros y pesa 62 kilos. Además, tiene en cuenta las diferencias geométricas y la menor rigidez de las articulaciones de las mujeres. 

El siguiente paso depende de la industria: utilizar este dummy u otros similares en las pruebas de choque y aplicar los resultados al diseño de los automóviles.

Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram

Newsletter ElMotor

Recibe la newsletter de EL MOTOR con toda la actualidad del mundo del automóvil y la moto, tecnología, seguridad, conducción y eficiencia.

Apúntate

Servicios ELMOTOR

Encuentra los mejores talleres, seguros, autoescuelas, neumáticos…

BUSCAR
Cerrar

NEWSLETTER

Toda la actualidad del mundo del automóvil y la moto, tecnología, seguridad, conducción y eficiencia en tu buzón de correo.

¡Me interesa!
Por ahora no