Conducir un coche de Fórmula 1 es una experiencia única, pero manejar uno hecho con ladrillos de Lego es aún más impresionante. El Gran Premio de Miami ha dejado un divertido momento que se ha hecho rápidamente viral en redes. Y es que los pilotos aparcaron sus bólidos habituales para subirse a unas réplicas a tamaño real hechas con las piezas de juguete.
La empresa, colaboradora y patrocinadora de la F1, ha construido 10 monoplazas con 400.000 piezas cada uno y con dos asientos para los pilotos. Antes de la carrera real, Hamilton, Verstappen y Alonso, entre otros, desfilaron y corrieron en el circuito.
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