Bugatti es una marca de hiperdeportivos, pero está íntimamente relacionada con el mundo de la relojería. Una buena muestra de ello es que muchas de las ediciones especiales de sus vehículos van acompañadas de un reloj a juego, o el hecho de que su último modelo directamente se llame Tourbillon, que es el mecanismo de alta relojería que se utiliza para compensar los efectos de la gravedad en el tiempo de un reloj mecánico.
Ahora, la firma de lujo ha ido un paso más allá en esta relación y ha unido fuerzas con Jacob & Co para crear el Bugatti Calandre, un reloj de mesa que sigue la idiosincrasia de los bólidos de la marca: es muy caro y exclusivo.
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El reloj tiene su propia página web, en la que se detallan sus características: “Caja de cristal Lalique de 26 centímetros. Gema roja de talla Jacob de 30 milímetros y 288 facetas. Esfera en forma de herradura. Tourbillon volante vertical. 189 componentes. Reserva de energía de ocho días”.
Su nombre no es al azar, puesto que significa ‘calandra’ y, como tal, el reloj tiene la forma de herradura característica que llevan luciendo los Bugatti desde tiempos inmemoriales, hasta el actual Bugatti Tourbillon. Sin embargo, como la forma por sí sola podría pecar de sencilla, está custodiada por dos elefantes alzándose sobre los cuartos traseros y en cuyas trompas alzan la gema facetada de color rojo.
El lujo exterior del reloj, sumado a la ingeniería de la que hace gala en su interior, tiene un precio y, como ocurre en todo lo relativo con Bugatti, no es precisamente barato: cada uno de los 99 ejemplares que se van a producir cuesta 240.000 dólares, lo que, al cambio actual, suponen unos 210.000 euros.
No es el reloj más caro de Bugatti
Aunque sea una cifra que está fuera del alcance de la mayoría de los mortales, no es la pieza más cara que ha salido de la colaboración de Bugatti y Jacob & Co. Cuando se presentó el último hiperdeportivo de aquella, crearon un reloj de muñeca con el mismo nombre, simplemente Tourbillon.

Éste era mecánico, tenía tres esferas y en su parte inferior lucía una réplica de un motor W16 (aunque en el coche se utiliza un V16). Su tirada fue más amplia, de 250 unidades, pero, a pesar de ser menos exclusivo, su precio era superior: 340.000 dólares.
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