Porsche no ha sido sutil antes de la presentación del Porsche 911 Dakar: en menos de dos semanas ha pasado de mostrar el primer prototipo a exhibir la versión de producción de su icónico deportivo. Solo van a fabricarse 2.500 unidades y en España se venderá por 256.042 euros.
Esta serie limitada es un homenaje al modelo con el que la marca alemana ganó el París-Dakar de 1984, el primer 911 equipado con tracción integral. De hecho, el tributo es tal que incluso se puede optar, previo pago de 29.729 euros adicionales, por una combinación de colores que replica a aquel modelo.
Salta a la vista que se trata de una versión vitaminada del Porsche, con protecciones inferiores de plástico, refuerzos de aluminio, ganchos para remolque de color rojo, neumáticos todoterreno Pirelli Scorpion All Terrain Plus y un portaequipajes opcional para el techo, que puede soportar 42 kilos y cuenta con iluminación adicional. En lugar de esta baca, se puede instalar una tienda de campaña para el techo.
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Lo más significativo, sin embargo, es una altura libre al suelo 50 milímetros mayor que puede sumar otros 30 extra cuando la suspensión está elevada al máximo. Esto, combinado con los neumáticos, el sistema de tracción integral y los dos nuevos modos de conducción, hacen que ofrezca garantías en casi cualquier tipo de terreno.
Estos últimos, que se pueden seleccionar desde un mando en el volante, son el Rallye, que manda más fuerza al eje trasero para trabajar en terrenos deslizantes; y Offroad, que eleva la carrocería al máximo y está pensado para usarse en pista rota y dunas.
Con la mayor altura disponible, su velocidad máxima queda limitada a 170 km/h, pero cuando circula de manera convencional puede llegar hasta los 240 km/h. Esto es gracias a su motor 3.0 biturbo bóxer de seis cilindros, que entrega 480 CV y 570 Nm, y se combina con una transmisión PDK de ocho velocidades y un sistema de tracción integral. Además, acelera de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos.
El interior ha sido preparado para recibir un aire propio del mundo de la competición, con asientos tipo baquet y tapicería Race Tex con costuras decorativas en verde Shade. Un objetivo importante era el de contener el peso, algo que se ha conseguido empleando polímero reforzado con fibra de carbono (CFRP) en el capó y el alerón, montando una batería más ligera, eliminando las plazas traseras e incorporando cristales ligeros. El resultado es un peso de 1.605 kilos.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.