Además de desplomarse en un bar de Cornellá tras sufrir un ataque de cataplexia mientras entrevistaba a los Estopa, Jordi Évole habló con David y José Muñoz desde el asiento de atrás de un coche en el regreso del programa Lo de Évole. Viajaba sin cinturón de seguridad.
El presentador, asomado a las plazas delanteras de un viejo Ford Escort, habló con los hermanos Muñoz de la raja de una falda, de la salud mental y de la muerte, pero, para algunos, simplemente iba sin cinturón.
Ese viaje continuó en las redes sociales, con un ataque que se veía venir con antelación. “Jordi Évole ‘nos enseña’ que cuando vas detrás en el coche no tienes que llevar cinturón de seguridad y tienes que ir apoyado ente los asientos delanteros”, se quejó un usuario.
‘Camera car’
Otros muchos apoyaron la crítica y otros tantos hicieron ver que se trataba de un montaje propio del cine o de la televisión. El Ford Escort viajaba en un camera car, una plataforma preparada para rodar imágenes con un coche sin que este circule por sí solo. El programa mostró una foto en Twitter dedicada expresamente a “los del cinturón”.
La embestida contra Évole se veía venir tan de lejos que el propio periodista había advertido del asunto tres días antes de la emisión del programa. “Querida DGT, no llevo cinturón porque íbamos en un camera car, y en realidad no conducíamos”, anunció en un tuit que incluía un adelanto de la entrevista. En ese breve tráiler, se mostraba cómo otro vehículo arrastraba el Ford Escort.
Además, durante la emisión del programa se indicó varias veces –con un mensaje sobreimpresionado– que el rodaje se había realizado de ese modo.
Jordi Évole y la DGT
Aun así, los críticos insistieron. “Lo del camera car ya lo sabíamos. Pero eso lo saben los pocos que controlan algo de cine o televisión. Para el 95% de los que vieron #LoDeEstopa […] queda que es guay ir en el asiento de atrás, sin cinturón de seguridad”.
También lo sabía con antelación la Dirección General de Tráfico (DGT). “Hablamos con los responsables del programa y les pedimos que lo avisaran, pero eran conscientes e iban a anunciarlo igualmente. Por eso lo sobreimpresionaron”, aseguran desde la DGT.
Y la advertencia escrita no es un asunto menor. El artículo 52 de la ley de tráfico prohíbe “la publicidad […] que ofrezca en su argumentación escrita o verbal, en sus elementos sonoros o en sus imágenes incitación a la velocidad excesiva, a la conducción temeraria, a situaciones de peligro” o a cualquier conducta contraria a la norma.
En 2011, la DGT multó con 30.000 euros a Tripictures, la distribuidora en España de la película Larry Crowne, por distribuir un cartel publicitario en el que aparecían Tom Hanks y Julia Roberts circulando en moto sin casco.
En el caso de Lo de Évole, una advertencia sobreimpresionada no sirve en Twitter, pero sí a la ley.
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Periodista especializado en seguridad vial. Editor y redactor de El Motor desde 2016. Empezó a escribir de fútbol en 1998 en Diario 16 y ha trabajado en varios proyectos de Prisa Media desde 2000. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, es autor de ‘Aquí no se rinde ni Dios’ (2020).