A situaciones desesperadas, medidas desesperadas: cansados de que robaran los semáforos de una intersección una y otra vez para quedarse el cobre que contenían y venderlo, se ha optado por cambiarlos por cuatro señales de ‘stop’.
Ha ocurrido en Oakland, Estados Unidos, en el cruce entre la East 12th Street y la 16th Avenue, un lugar en el que desde hace meses se ha sistematizado el robo de los semáforos. Esto provoca el caos en un lugar en el que el tráfico rodado es denso y por el que pasa una gran cantidad de vehículos cada día.
Tam Le, propietario de Le’s Auto Body & Engine Repair, un taller situado en una de las esquinas del cruce, ha explicado a CBS News: “La ciudad intentó arreglar el semáforo al menos algunas veces. Pero una vez que lo arreglan, normalmente en torno a una semana aproximadamente, vuelven a desaparecer”.
Más información
El motivo de los robos es hacerse con el cobre que contienen, un material valioso y fácil de revender.
Las autoridades de la ciudad han intentado otras medidas, como colocar bloques pesados sobre las cajas eléctricas que están bajo el suelo, pero fueron poco eficaces y los ladrones consiguieron ingeniárselas para seguir llevando a cabo los robos.
Ante esta situación, el siguiente movimiento ha sido llamativo: eliminar los semáforos y reemplazarlos por señales de stop.
Hay que tener en cuenta que se trata de una señal útil en términos generales, pero que no sirve para cualquier tipo de ubicación en la carretera. De la misma manera que es óptima en una incorporación, colocar cuatro ‘stops’ en un cruce entre dos calles no facilita el flujo del tráfico que pase por el lugar, motivo por el que algunos de los vecinos se quejan.
La ciudad de Oakland señala que se trata de una medida temporal mientras que encuentran la solución para volver a colocar los semáforos y evitar el problema de los robos.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram
Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.