Tener un SUV no tiene por qué significar dejar de lado la deportividad, o al menos eso piensan muchos fabricantes, entre ellos Volvo, que acaba de mostrar al mundo la variante R-Design de su renovado XC90.
Des un primer vistazo se nota su diferencia respecto al resto de la gama, con nuevos paragolpes específicos, llantas de aleación de 20 o 22 pulgadas, un alerón o las dos salidas de escape, acabadas en un tono plata mate que también adorna la parrilla, los marcos de las ventanillas, los raíles del techo y las carcasas de los retrovisores.
Del interior no hay imágenes, pero la marca sueca ha adelantado que tendrá asientos deportivos, volante de cuero perforado, tapicería de Nappa y Nubuck, una consola central de 12,3 pulgadas, pedales y palanca de cambios específica.
No hay datos concretos de que motores montará, pero sabiendo que solo se podrá elegir en los niveles de acabado superiores, tendrá a su disposición los bloques más potentes del modelo, incluyendo uno de 400 CV.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.