Una de las fórmulas para que las gasolineras ‘low cost’ puedan llegar a ofrecer el litro un 10% más barato, de media, son los aditivos. Cuando están presentes, la gasolina y el diésel son más caros: ¿también duran más?
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Los aditivos son una serie de productos químicos que se añaden al carburante para sumar alguna cualidad al mismo. Las petroleras son las que deciden si les basta con los aditivos que recomienda la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) o si desarrolla los suyos propios para ofrecer combustibles con más cualidades.
Aunque es complicado demostrar las mejoras que prometen estos aditivos porque, para comprobarlo, se necesita un largo período de tiempo y un uso intensivo, las grandes compañías siguen invirtiendo en su desarrollo.

65 kilómetros más
Un buen ejemplo de ello es Galp, que ha creado Evologic Extra. Este aditivo, que sustituye al Evologic, optimiza la eficiencia de la combustión: promete una reducción del consumo de hasta un 5,2% para los motores diésel y hasta un 3,97% para los de gasolina.
Así las cosas, en un depósito de 50 litros de diésel y con un consumo de 4 l/100 km, un conductor podría recorrer hasta 65 kilómetros más. Eso sí, las pruebas se han hecho en un laboratorio, con motores de referencia y en condiciones controladas.

La clave: una nueva tecnología de limpieza
Este ahorro se consigue gracias a una mejora en el rendimiento del motor, cuyos componentes tendrán una mayor longevidad. Para ello, incorpora una tecnología de limpieza que ayuda a mantener los sistemas de suministro e inyección de combustible libres de depósitos de carbón.
Al mismo tiempo, ayuda a prevenir la corrosión, evita la acumulación de residuos en los filtros y evita la oxidación natural del combustible. Todo esto reduce la fricción, el desgaste prematuro de las piezas y los costes de mantenimiento del motor. De esta manera, se optimiza el consumo de gasolina o diésel y se traduce en más kilómetros recorridos por depósito.
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