Esto le pasa a un coche cuando le caen 34.000 litros de líquido retardante desde un avión antiincendios

La fuerza de varias toneladas cayendo desde el cielo tiene efectos devastadores en cualquier vehículo, por grande que sea.

Incendio
El líquido retardante a punto de impactar.

Los incendios de California, que tienen prácticamente sitiados Los Ángeles han puesto el foco en lo devastador que puede ser el fuego. Para luchar contra él, los bomberos utilizan todo tipo de técnicas, pero seguramente la más espectacular sea el uso de aviones antiincendios, que bajan desde las alturas para rociar el terreno con retardantes que ayuden a controlar la situación.

El tamaño de las aeronaves puede ser muy diverso, lo que afecta a la capacidad de líquido que pueden transportar. En el caso de las más grandes su capacidad supera incluso los 70.000 litros, pero no hace falta que sea tanto volumen para que su impacto sea devastador.

El Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California publicó en Youtube hace unos años un vídeo demostrando qué es lo que le pasa a un coche cuando este líquido le cae encima y debido a la situación actual se ha vuelto a viralizar.

Lo que se muestra, más o menos a partir del primer minuto, es un modelo Grumman S-2 dejando caer su carga sobre SUV de Ford, concretamente un Expedition, que no es que sea precisamente pequeño.

La aeronave es relativamente compacta y su carga dista mucho de la capacidad máxima de modelos más grandes. Concretamente lleva consigo 9.000 galones, es decir, unos 34.000 litros de líquido retardante, suficiente para causar este impacto:

Se trata de 34 toneladas que caen desde el aire, así que en la ecuación entran tanto la velocidad del avión como la propia gravedad. El resultado es impresionante pues, aunque a la hora de la verdad solo parte de la carga choca contra el coche, es más que suficiente para destrozarlo.

Como se muestra desde distintos ángulos, el impacto contra el techo hace que se desencajen las puertas del lado izquierdo, los paragolpes se desmontan y la parte superior queda completamente aplastada.

La fuerza de tal cantidad de líquido cayendo desde el cielo es enorme, lo que pone de manifiesto lo peligroso que podría ser para una persona si estuviera por la zona.

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