El sector del automóvil ha incorporado de manera regular mejoras tecnológicas cuyo objetivo es hacer de las carreteras un lugar más seguro. Sin embargo, hay ocasiones en las que lo que teóricamente es un avance, puede tener un efecto contraproducente.
El Insurance Institute for Highway Safety (IIHS) ha puesto de relevancia que es algo que ocurre cuando se combinan los chalecos reflectantes y los últimos asistentes de conducción de los automóviles.
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El chaleco es un elemento muy común en las carreteras de medio mundo. Su funcionamiento es sencillo: de colores vivos y con zonas reflectantes, hace que en situaciones de baja visibilidad o de noche se vea a los peatones a una mayor distancia.
Sin embargo, aunque al ojo humano es un elemento muy útil, no casa bien con los sistemas de frenada automática de emergencia (AEB), pues parece que interfiere con sus sensores y hace que estos sean menos eficientes, aumentando el riesgo de atropello.
El IIHS llevó a cabo pruebas con tres modelos de los que ya tenía datos, los Mazda CX-5, Subaru Forester y Honda CR-V.

El nuevo test consistía en circular a una velocidad de 40 km/h, por la noche, con iluminación nula, muy baja iluminación y baja iluminación; para ver como el sistema de frenada reaccionaba a la presencia de un ‘dummie’ que se cruzaba en la carretera.
Estos iban vestidos de diferente manera: con ropa negra, ropa blanca, con una cazadora reflectante y con tiras reflectantes, replicando lo que sería un chaleco. Para sorpresa de los investigadores, los resultados, aunque variados, casi siempre fueron peores cuando en la indumentaria había material reflectante.
El Honda no se detuvo nunca cuando el muñeco llevaba la chaqueta o las tiras reflectantes. Su desempeño general fue el peor del trío, pero en el extremo opuesto, el Subaru paró el 100% de las veces cuando iba de negro o de blanco, pero bajó su efectividad al 82% con iluminación muy baja y tiras reflectantes.
El Mazda, que se sitúa en un punto medio, curiosamente mejoró sus prestaciones con la chaqueta reflectante, pero con las tiras tampoco paró en ninguno de los ejercicios.
Algo preocupante
David Harkey, presidente del IIHS, ha declarado: “Estos resultados sugieren que algunos fabricantes de automóviles necesitan modificar sus sistemas automáticos de frenado de emergencia para peatones. Es insostenible que la ropa que usan los peatones, ciclistas y trabajadores de la vía para estar seguros pueda hacer que sea más difícil de reconocer para la tecnología de prevención de accidentes”.
“Este es un punto ciego preocupante. Para aprovechar su potencial, los sistemas de detección de peatones deben funcionar con otras medidas de seguridad utilizadas habitualmente”, concluía.
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