Medio año (de enero a junio) es el tiempo que va a estar disponible la serie especial V-Specification para los Rolls-Royce Ghost y Ghost Extended Wheelbase. Más potencia, eficiencia optimizada y un toque estético diferenciador.
A nivel de imagen las diferencias con un Ghost normal son muy ligeras: las llantas de 21 pulgadas y cinco radios con partes pulidas, un sistema de escape cromado opcional y cinco colores de carrocería exclusivos (Graphite, Black Kirsch, Arctic White, Black Sapphire e Infinity Black) que se unen a la impresionante paleta de 44.000 tonos disponibles.
Tratándose, en palabras de Torsten Müller-Ötvös, Jefe Ejecutivo de la marca, de una “edición que homenajea una de las características que definen al Ghost, su motor V12 6.6”, se mantiene el bloque que monta habitualmente el modelo, pero optimizado.
Así se eleva la potencia del V12 hasta los 600 CV (30 más de lo normal) y se consigue que entregue el 80% del par total desde el primer momento. El resultado es que hace el 0-100 en 4,7 segundos, una décima más rápido que los Ghost corrientes.
A pesar de ello Rolls-Royce afirma que es un coche más eficiente, aunque la mejora es poco menos testimonial, bajando el consumo de 14,1 a 13,6 l/100 km y las emisiones de CO2 de 329 a 327 gr/km.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.