Guigues: “Con el eléctrico se necesita sentido común, saber lo que nos hace falta”

Se muestra optimista para el nuevo ejercicio. Como director general de Renault y Alpine en España, Sébastien Guigues (Avignon, Francia, 1977) cree que 2024 puede ser un gran año para una marca muy afianzada en este mercado, pero que, además, afronta un interesante proceso de renovación de su gama.

Renault acabó 2023 en la séptima posición del mercado español de turismos, con una cuota del 7,7% ¿Es esa la posición natural de la marca?

Creo que en 2023 tuvimos un resultado en línea con nuestro plan estratégico. Somos un proveedor de movilidad global, tenemos vehículos para particulares y también furgonetas ligeras. En esa clasificación somos segundos, que es una buena progresión. Y la marca que más creció entre las 10 primeras. Y en un año en el que se habló mucho de los chinos, crecer siendo una marca europea no está nada mal.

Este ejercicio se presenta intenso en cuanto a lanzamientos de Renault. ¿Cómo se posiciona cada nuevo modelo en la estrategia de la compañía?

El año está muy apalancado en un plan de producto, que es ya el fruto maduro de la revolución de la marca, el proyecto que presentamos hace tres años. A la vuelta de la esquina está un 100% eléctrico, el nuevo Scénic, un coche fabricado en Europa. También llega la renovación del Captur, un clásico de la marca y un coche muy apreciado. Y acabamos de desvelar el Symbioz, un coche completamente nuevo, que no sustituye a ningún modelo, la tercera novedad que traeremos este año. Sin olvidar, por supuesto, el esperado Renault 5, un clásico renovado, electrificado y que llegará a España antes de final de año. Más novedades entre los vehículos industriales con Master, otro nombre importante. Y he dejado para el final mi favorito: el nuevo Rafale, fabricado en Palencia, el buque insignia de la marca, un SUV grande del segmento D y con un estilo cupé.

Son propuestas inéditas que deben contribuir a mejorar sus resultados. ¿Lo ve así?

Nosotros pensamos que en 2024 el mercado seguirá recuperándose, tenemos un optimismo moderado en el que llegaremos al millón de turismos y otros 350.000 comerciales. Y en ese patio de juego, hay que seguir creciendo. Claro que sí. Las ambiciones de Renault son fuertes, vamos a ir a por todas y a continuar creciendo a doble dígito.

Renault es una marca muy popular en España. Pero ¿qué diferencia o define a su gama del resto, qué aporta para que sea una elección del comprador?

Renault lo primero que tiene es algo que en mi pueblo llaman savoir faire, saber hacer. Llevamos más de 100 años vendiendo coches en España, más de 70 fabricando, empezamos a hacer coches eléctricos cuando no existía Tesla. Y la experiencia es un grado. Otro bagaje importante es nuestra red de concesionarios, más de 300 puntos de venta y posventa en el territorio español. Y por último ofrecemos una oferta muy actualizada para lo que el cliente busca hoy.

¿Cómo valora el rendimiento de su gama eléctrica?

Al margen de lo que vaya a ir llegando, hoy tenemos una oferta técnicamente buena en un mercado que es muy pequeño. Si la pregunta es si nos satisface la cantidad de eléctricos que vendemos, la respuesta es no. Si me pregunta si los coches eléctricos de Renault están consiguiendo su cuota de mercado en las ventas de eléctricos en España, la respuesta es sí. Pero siguen siendo pocos.

Renault está consiguiendo su cuota de eléctricos, pero siguen siendo pocos”

¿Y qué se necesita para que los eléctricos tengan una mayor aceptación en este mercado?

Lo que se necesita es sentido común. Somos consumidores. Entonces, para comprar un coche eléctrico, ¿qué necesitamos? Pues que el precio sea más asequible y para eso la tecnología tiene que estar más difundida en el mercado para que nosotros, los fabricantes, tengamos economías de escala. En segundo lugar, que las ayudas que da el Gobierno español estén mejor planteadas, sean inmediatas. Y tercero, que los puntos de recarga sean más abundantes y rápidos.

¿Qué valoración hace del fenómeno de las marcas chinas?

Europa es, seguramente, el mercado más apetecible para todo el mundo, porque es donde más tecnología hay y mejores clientes. Vimos llegar a los fabricantes americanos, a los japoneses, a los coreanos y ahora a los chinos. Somos valientes, competimos en un mercado abierto, con unas reglas muy abiertas y, si competimos con esas mismas reglas, todo el mundo es bienvenido. Pero insisto en que hay que pelear en igualdad de condiciones, eso es importante si queremos garantizar que trabajamos por un planeta mejor. Y después veremos. Somos prisioneros de nuestras promesas. De momento, las marcas chinas que tienen éxito no me parece que estén aportando cosas diferentes, triunfan por precio, una táctica tan vieja como la industria del automóvil. No es por tecnología.

¿Y qué puede decir de Alpine, la otra marca que dirige?

Alpine es una marca que tiene un gran pasado y para la que estamos preparando un gran futuro. Hemos empezado con un coche icónico, un biplaza con motor trasero y de combustión que tiene un mercado muy limitado. Son 100 unidades al año en España, en todo caso más que las de su competencia directa. Pero evidentemente el futuro del Alpine es una gama de cinco coches, todos ellos eléctricos. El primero saldrá ya este mismo año, un urbano, pero con mucha emoción, con mucho estilo y que yo creo que va a gustar mucho al público español.