En el inminente Salón del Automóvil de Nueva York, Infiniti realizará una promesa de futuro: su QX80 Monograph Concept adelanta lo que será el todocamino más grande de la marca, un buque insignia con el que plantar cara al resto de fabricantes premium.
Aunque la firma lo defina como un estudio de diseño, no se trata de una propuesta muy radical o inviable de llevar a producción. Así que, cuando se dé a conocer la versión de calle, posiblemente mantenga muchas de las líneas generales del prototipo.
El frontal es la zona más fácilmente reconocible como Infiniti, gracias a la característica forma de la parrilla y al habitual diseño redondeado del capó. Sin embargo, el resto del conjunto, para el que se ha optado por unos trazos más rectilíneos, aunque sin emplear aristas o formas muy angulosas, se sale de lo que nos tiene acostumbrados la marca.
Los faros delanteros son muy finos y el paragolpes recibe una moldura que une las entradas de aire, así como un protector de aluminio que también repite en los faldones laterales. Aun con su aspecto musculoso, los pasos de rueda apenas sobresalen y quedan integrados en la carrocería, ofreciendo unas enormes superficies limpias en los costados. A esa sensación diáfana también contribuye la configuración de las ventanillas que, debido a los pilares A, B y C en negro, dan la impresión de ser un enorme cristal panorámico.
Sin imágenes de la zaga, lo único que se aprecia es un corte muy vertical en la trasera, algo que sin duda ha animado a que se establezcan los primeros parecidos entre este Infiniti QX80 Monograph Concept y el Range Rover.
«El QX80 Monograph representa un estudio detallado de nuestra experiencia en el diseño exterior. Muestra nuestro concepto del lujo y el estilo en la carretera, y explora cómo podríamos mejorar nuestra oferta Infiniti en el segmento de los SUV de lujo”, asegura Roland Krueger, presidente de Infiniti Motor Company.
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