Una mujer sufre una convulsión conduciendo, pierde el control y se hunde en un estanque: el final es impactante

Para ponerse al volante hay que estar en plenas facultades psicofísicas. De lo contrario, los riesgos de sufrir un accidente de tráfico con un final grave son muy elevados. No en vano la Dirección General de Tráfico prohíbe conducir si se sufren ciertas dolencias o enfermedades.

Perder el control del coche puede tener un desenlace fatal. Casi es el caso de una mujer de Texas, Estados Unidos, que fue rescatada por la policía y ahora se encuentra en el hospital con un pronóstico favorable.

Jonquetta Winbush viajaba con su hijo de 12 años y su hija de 16 en el coche en la zona de West Orange, en Texas. De repente, sufrió una convulsión epiléptica, lo que le provocó desvanecerse y caer sobre el volante. Como consecuencia, parte del peso de su cuerpo cayó sobre el pie del acelerador, lo que causó que el coche tomara más velocidad y siguiera circulando sin control.

El vehículo de Jonquetta acabó saliendo de la carretera y finalizó su recorrido en un pequeño estanque de las inmediaciones, por lo que inevitablemente comenzó a hundirse. Sus hijos consiguieron escapar del vehículo sin lesiones, tal y como han contado los medios estadounidenses.

“Estaba totalmente insconsciente”

Unos policías que se encontraban cerca del lugar del accidente controlando el tráfico, se percataron del accidente. Al acercarse, el menor de 12 años ya estaba saliendo del coche y gritó: “Mi madre. Ha tenido un ataque. Se está hundiendo. Está en el agua. Ayudadla”, fueron las palabras que el menor dijo al agente Charles Cobb y al jefe Jessie Romero.

Rápidamente, se acercaron al estanque donde se hundía el coche de Jonquetta y consiguieron sacarla del agua. “Estaba totalmente insconsciente”. Comenzaron a reanimarla y fueron capaces de que retomara el pulso mientras esperaban a la ambulancia.

La mujer fue trasladada a un hospital donde todavía se está recuperando del accidente, aunque ya puede respirar por sí misma y sin necesidad de asistencia. Al final, todo quedó en un susto, gracias a la rápida reacción de su hijo menor y a la proximidad de los agentes de policía.