La Guardia Civil ha investigado al conductor de un autobús que circulaba con un nivel de alcohol que casi cuadriplicaba la tasa máxima permitida cuando llevaba en el vehículo a 14 viajeros (trabajadores de una fábrica) que dieron el aviso de su conducción errática, a gran velocidad y con maniobras irregulares.
Al conductor, de 54 años, se le investiga como presunto autor de dos delitos contra la seguridad vial, dado que además de ebrio conducía de manera temeraria y ponía en peligro la vida e integridad de las personas que transportaba, según han informado a Europa Press fuentes de la Guardia Civil.
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Los hechos se produjeron en la carretera N-623, a la altura del kilómetro 12,4, en las inmediaciones de la capital burgalesa, donde el individuo fue sorprendido mientras conducía un autobús de transporte regular de uso especial que trasladaba a 14 trabajadores desde una fábrica ubicada en la provincia de regreso a sus domicilios en la ciudad tras finalizar el turno de tarde.
Prueba de alcoholemia
Tras las llamadas de los pasajeros, una patrulla de motoristas localizó e interceptó al vehículo en ruta mientras circulaba con las luces de largo alcance, deslumbrando a los usuarios de la vía. Los agentes percibieron en el conductor síntomas evidentes de encontrarse bajo la influencia de bebidas alcohólicas.
La prueba de alcoholemia mostró resultados positivos de 0,69 y 0,55 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, lo que suponía casi cuadriplicar la tasa máxima establecida, que para conductores profesionales es del 0,15.
El testimonio de los pasajeros a bordo ratificó la conducción imprudente del investigado a lo largo del trayecto. Consecuencia de todo ello, la empresa de transporte encargada de cubrir la ruta desplazó otro vehículo con dos conductores para garantizar la continuidad del servicio y el traslado de todos los trabajadores.
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