Poco a poco, los municipios españoles de más de 50.000 habitantes que están obligados a la implantación de zona de bajas emisiones (ZBE) van incorporando, aunque con retraso, las nuevas medidas obligadas por Europa y el Gobierno Central. En este caso, es la ciudad de Valencia la que ha optado por una implementación relajada, en cuanto a multas y restricciones durante los tres próximos años.
El Ayuntamiento de Valencia ha aprobado un borrador de ordenanza para la implantación de la zona de bajas emisiones (ZBE) que entrará en vigor de manera paulatina entre este recién comenzado 2025 y 2028. La medida, que busca reducir la contaminación, incluye una primera fase informativa hasta finales de 2025, cuando comenzará la aplicación de sanciones a los vehículos más contaminantes de fuera de la provincia. Es decir, los que no cuenten con etiqueta medioambiental de la DGT.
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El concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, aseguró hace unos días que la normativa es “blanda” y no será un problema para los vecinos de Valencia hasta 2028. Además, se ha contemplado un régimen especial que permite a los vehículos restringidos circular hasta 48 días al año y tendrán un título para viajar gratis todo el año en la EMT. Esta medida afectará a un porcentaje reducido del parque automovilístico actual.
Sin multas hasta 2028
El área de aplicación de la ZBE abarca 27,8 kilómetros cuadrados, delimitada por la Ronda Norte, avenida de los Naranjos, calle Serrería y el Bulevar Sur. La zona incluye también el distrito de Ciutat Vella, que mantiene sus restricciones como Área de Prioridad Residencial (APR). Se instalarán 278 cámaras en 68 puntos para controlar el acceso mediante lectura de matrículas.
El calendario establece que en 2026 se sancionará a los vehículos sin etiqueta procedentes de fuera de la provincia, mientras que en 2027 se ampliará a los de toda la provincia, excepto a los registrados en la ciudad. Finalmente, en 2028, las restricciones se aplicarán a cualquier vehículo sin etiqueta que entre en Valencia. La normativa prevé exenciones para vehículos de pequeñas y medianas empresas (PYME), autónomos, servicios esenciales y personas con movilidad reducida.
Transición tranquila
El Ayuntamiento ha señalado que la ZBE se acompañará de medidas para fomentar la movilidad sostenible, como el impulso de la electromovilidad y la mejora del transporte público. Se espera que estas acciones contribuyan a una transición menos traumática para los ciudadanos que en otras grandes ciudades españolas y así cumplimentar las normativas medioambientales vigentes.
Además, desde el consistorio se han anunciado medidas compensatorias para reducir el impacto económico en las personas afectadas. Por ejemplo, se va a aprobar un título gratuito temporal de la EMT para las personas empadronadas en Valencia y titulares de vehículos afectados por las restricciones que hayan achatarrado su vehículo y no adquieran otro durante el tiempo de validez de dicho título.
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