Jaguar quiere seguir, sin prisas pero sin pausas, en la senda del crecimiento. Y para ello pone su objetivo en segmentos de mucho más potencial de ventas como el de las berlinas compactas. Lo hace con el esperado XE, que con una longitud de 4,67 metros se colocará por debajo del XF para hacer accesible a muchos más clientes una marca legendaria como la británica.
Su diseño es cautivador, siguiendo la tendencia de las más modernas realizaciones de Jaguar, mucho más logradas y atractivas, capaces de competir sin complejos con cualquier rival de segmento. Se trata de una sofisticada carrocería realizada en un 75 por ciento en aluminio, con lo que su ligereza se encomiable y ello ayuda a alcanzar valores de eficiencia, que se concretan en unos consumos y emisiones muy ajustados, un mantenimiento cada 34.000 kilómetros y una reducción significativa en los costes de reparación.
Mecánicamente la oferta contemplará motores de gasolina y gasóleo, con cambio manual de seis velocidades o automático de nueve, siempre con tracción trasera. Y es que en Jaguar han querido dotar al nuevo XE de un dinamismo que sea capaz de plantar batalla al rival de talante más deportivo del segmento, el Serie 3 de BMW, pero sin renunciar a la elegancia, exclusividad y calidad de la marca, a un nivel suficiente para atraer también la atención de quienes puedan interesarse por un Audi A4 o un Mercedes Clase C.
El propulsor turbodiésel es de producción propia y se trata de un cuatro cilindros de dos litros de cubicaje, con dos variantes de potencia de 163 y 180 CV. En cuanto a las opciones de gasolina, la propuesta se base igualmente en motores tetracilíndricos 2.0 con rendimientos de 200, 240 y 340 CV, montando todos ellos la transmisión automática.
Otro de los retos que se han planteado los ingenieros encargados del proyecto del XE es ofrecer la más avanzada tecnología en materia de seguridad, electrónica, telemática y confort. La marca considera que su producto más reciente se sitúa en un nivel de referencia en estos aspectos, ofreciendo soluciones que hasta ahora eran exclusivas de modelos de segmentos superiores, como un control electrónico de arranque en pendiente, el sistema de frenado de emergencia, la proyección láser de información en el parabrisas o el uso de una doble cámara estereoscópica asociada a algunas de estas funciones.
Todo ello, estructurado en torno a cinco niveles de equipamiento y un abanico de precios que oscilará entre los 37.000 y los 61.000 euros. El nuevo Jaguar XE comenzará a llegar a los concesionarios a partir de junio del próximo año, pero los clientes interesados ya pueden realizar sus perdidos puesto que las entregas se realizarán en base a este orden de solicitud.
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