Las apariencias engañan

Si no que se lo digan al conductor del Nissan GT-R, que ve como un humilde Trabant Turbo le humilla en una carrera de cuarto de milla.

Las apariencias engañan

“El tamaño no importa”. Cuantas veces habremos oído tan manida frase. Cada uno es libre de pensar que es cierta o no, pero en este caso es la pura verdad, y podríamos añadirle de regalo otro tópico, el de “las apariencias engañan”. La víctima es un Nissan GT-R, una auténtica bestia que se enfrenta a un Trabant Turbo en una carrera de cuarto de milla. ¿Algo desequilibrado, no? Es posible, pero no hacia el lado que cabría esperar.






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