Desde el año 2010, el precio de los automóviles nuevos en Europa ha experimentado un incremento del 77%, según datos proporcionados por Renault. Este aumento sostenido contrasta de forma preocupante con la evolución del poder adquisitivo de los ciudadanos europeos, que no ha seguido el mismo ritmo. La brecha entre el coste de acceso a un vehículo y la capacidad económica de los consumidores plantea serias dudas sobre la accesibilidad del automóvil en el futuro, especialmente en un contexto de transición hacia modelos más sostenibles y tecnológicamente avanzados.
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Así, en un coyuntura marcada por este encarecimiento, tanto en el vehículo nuevo como de ocasión, las marcas chinas están redefiniendo el panorama automovilístico español. Según el último estudio de Ganvam-Dat, estas marcas han logrado posicionarse con fuerza gracias a una estrategia basada en tecnología avanzada, equipamiento completo y precios altamente competitivos. Actualmente, los fabricantes chinos ya representan el 9,5% del mercado nacional, con seis marcas —(MG, BYD, Omoda, Jaecoo, Ebro y Leapmotor) concentrando más del 94% de las ventas.
Valor residual
El informe revela que, tras tres años desde su compra, un vehículo chino conserva de media el 60,7% de su valor inicial. Aunque esta cifra se sitúa por debajo del 65,5% que mantienen las marcas generalistas, sigue siendo notable teniendo en cuenta la presión que ejerce la rápida evolución tecnológica, especialmente en el segmento eléctrico.
En las marcas prémium, por su parte, se eleva hasta el 68,31% tras tres años desde su adquisición en el concesionario. Estos datos, extraídos del índice Ganvam-Dat, ponen de manifiesto que la depreciación de los modelos chinos es más moderada de lo que en un principio podía parecer, lo que además refuerza su atractivo para el comprador español. Cabe señalar que un automóvil pierde un 15% de su valor nada más matricularse.
Oferta adaptada al consumidor
A diferencia de otros países europeos, donde el crecimiento de las marcas chinas se apoya en vehículos 100% eléctricos, en España su éxito se basa en una oferta diversificada. Los modelos de gasolina representan el 38% de sus ventas, seguidos por los híbridos enchufables (27%) y los eléctricos puros (17%).
Esta variedad responde a las preferencias del comprador particular español, que sigue apostando por motorizaciones tradicionales. Además, cabe resaltar que casi el 70% de las ventas de marcas chinas se realizan en el canal particular, frente al 46,3% de la media del mercado.
Percepción y proyección de futuro
La visibilidad de estas marcas ha crecido notablemente. Un 41% de los consumidores afirma haberlas visto en medios o publicidad, y un 25% consideraría adquirir uno de sus modelos. Esta aceptación creciente, sumada a su competitividad en precio y equipamiento, anticipa un papel cada vez más relevante en el mercado español.
Esta tasa de depreciación para los automóviles chinos que ha subrayado el informe de Ganvam es similar a la que se arroja en otros mercados europeos. Por ejemplo, en el Reino Unido, la web Moneybarn, una de las principales financieras de las islas británicas especializada en prestar dinero para la adquisición de automóviles, indicó hace unos meses que un MG ZS se depreciaba un 37,71% tras tres años, conservando el 62,29% de su valor inicial.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.