Si funciona, no lo cambies. Una premisa que por manida, no deja de ser cierta. Y podemos estar de acuerdo en que liderar el segmento B de los SUV en Europa con 215.670 unidades en 2016 es funcionar… y bastante bien además. Por eso no extraña que la puesta al día del Renault Captur que la marca francesa presenta en el Salón del Automóvil de Ginebra sea tan mínima.
Además, teniendo en cuenta que el modelo solo lleva tres años en el mercado, su imagen no ha envejecido en demasía, por lo que la necesidad de acometer cambios importantes es incluso mejor. Es algo que queda patente en la lista de modificaciones del todocamino: un listón cromado en la parrilla, nuevas protecciones en los paragolpes delantero y trasero, y faros con luz diurna LED que, según versión, pueden ser los ‘Pure Vision’ full LED.
El fabricante ha buscado ahondar en un aspecto importante a día de hoy, como es el de la personalización. Para ello ha añadido a la oferta dos colores de carrocería (Azul Océano y Naranja Atacama), un color de techo (Gris Platino) y tres paquetes de estilo (Rojo, Azul Océano y Naranja Atacama) que afectan a los junquillos de las puertas. A esto se suman además cuatro diseños de llantas, Victoria e Iguazú en 16 pulgadas, y Emotion y Niágara, en 17. De manera exclusiva para los Captur con carrocería bitono, se manera opcional se puede instalar un nuevo techo acristalado panorámico.
Aunque en el habitáculo no cambian configuración, acabados o sistemas de entretenimiento, sí están disponibles seis packs de personalización en color Marfil, Azul Océano, Caramelo, Rojo, Satinado Cromado y Brillante.
De momento Renault no ha revelado si habrá cambios mecánicos o en su precio, aunque es probable que facilite la información en Ginebra.
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