Lo de “pequeño pero matón” nunca fue tan cierto

Si decimos ‘Isetta’ probablemente muchos no sabrán de lo que hablamos, pero si os recordamos que es el coche con el que Steve Urkel aprendió a conducir, quizá os suene más. Y los seguidores se Top Gear tendrán grabada a fuego la enorme figura de Jeremy Clarkson encajada en el pequeñín.

El ‘huevo’, un microcoche de diseño italiano, nació tras la segunda guerra mundial y es todo un icono del automovilismo. Se creó como medio de transporte económico, para llevar a dos pasajeros (tres si era un niño pequeño) y, si por algo no destacaba, era por la potencia. Apenas 13 CV para la primera versión que fabricó BMW cuando se lo compró a Iso.

Por eso es la última base que esperaríamos ver para una preparación… aunque siempre hay quien piensa diferente. Una subasta en eBay (que ya se ha terminado, con un precio final de 20.500 dólares) ha sacado a la luz una unidad muy especial del modelo, el Corsetta.

El nombre viene del origen del motor que se le ha montado, un Corvair. Pero lo que importa es el brutal cambio de potencia que ha sufrido el coche, que ha pasado de los 13 originales ¡hasta los 150 CV! El crecimiento es brutal, e impresiona incluso más si tenemos en cuenta que el Isetta solo pesa 475 kg.

Obviamente, cuenta con modificaciones añadidas para digerir tal aumento, entre las que se encuentran pesos añadidos en el frontal y una barra anti-wheelies en la zaga, que evitan que vuelque al realizar acelerones fuertes.

Con todo esto, cualquiera podría pensar que ha sido un trabajo realizado hace poco, con tecnología actual, pero no: la preparación original se llevó a cabo en la década de los 70. No está nada mal para aquella época.