Una mascota suelta supone un riesgo para la seguridad vial tanto fuera como dentro del coche. En el habitáculo, en caso de un frenazo brusco a 50 km/h, multiplica su peso por 35.
En el exterior, los animales de compañía sin control originan en España unos 200 accidentes con víctimas al año, con tramos donde se registra una alta frecuencia de atropellos a perros y gatos.
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Muchos de ellos están en Andalucía (según han detectado la Fundación RACE y Royal Canin), en autovías próximas a zonas urbanas o polígonos industriales. Algunos, además, tienen cerca un centro canino.
A partir de los últimos datos ofrecidos por la Dirección General de Tráfico (DGT), que contabiliza solo los siniestros con víctimas humanas o daños materiales, ambas entidades han analizado los arrollamientos a animales de compañía entre los años 2016 y 2020.
Y en ese lustro y por esa causa, se registraron 967 accidentes en vías interurbanas con víctimas de tráfico, la gran mayoría (866) por colisiones con un perro.
Por culpa de los despistes de los dueños o por los abandonos, en ese periodo se produjeron, por otra parte, 18.445 siniestros con daños materiales. Los atropellos los sufrieron 2.762 perros y 1.032 gatos.
Tramos con más atropellos
El estudio identifica, además, los lugares en los que se han producido los siniestros, con información también del Departamento de Interior del País Vasco. De este modo, los autores han encontrado los tramos de carretera (de un máximo de 25 kilómetros) donde los casos se repiten más a menudo.
A la vista de los resultados, la Fundación RACE apunta la necesidad de “auditorías que ayuden a conocer el origen [...] de estos atropellos y realizar así intervenciones eficaces de mejora en las carreteras y en las localidades colindantes [de los tramos de riesgo]”.
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Periodista especializado en seguridad vial. Editor y redactor de El Motor desde 2016. Empezó a escribir de fútbol en 1998 en Diario 16 y ha trabajado en varios proyectos de Prisa Media desde 2000. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, es autor de ‘Aquí no se rinde ni Dios’ (2020).