Los coches de los Rolling Stones: del lujo a la extravagancia

Otra joya más de la automoción que pertenece a Charlie Watts, de la que únicamente se fabricaron 25 unidades. En la década de 1920, los Lagonda se estaban convirtiendo en una dura competencia para los Bentley y los Rolls-Royce. Montaba un motor V12 de 4.5 litros que producía 175 CV. La velocidad máxima declarada era de 169 km/h.

Perteneciente al recientemente fallecido batería de la banda Charlie Watts. Un enamorado de los coches que nunca condujo, porque no tenía carnet. Los utilizaba con chóferes. Poseía una colección espectacular entre la que se incluye este Bugatti, del que solo se produjeron cuatro unidades. Montaba un motor de 3.3 litros con compresor que alcanzaba alrededor de 200 CV.

Comprado por Keith Richards en Villefranche-sur-Mer en 1971, cuando vivía en Francia como exiliado fiscal. Es un modelo convertible cupé de dos puertas. Montaba un motor de seis cilindros en L que ofrecía una potencia máxima de 98 CV.

El fundador y guitarrista de los Rolling, Brian Jones, disponía de este automóvil porque que rara vez estaba en condiciones de conducir. Un chófer se encargaba de llevarlo y traerlo. Murió en el fondo de una piscina a los 27 años. Este modelo contaba con una mecánica V8 de 6.2 litros. La velocidad máxima de 168,5 km/h.

Un descapotable de dos puertas que perteneció al primer bajista de la banda, Bill Wyman. Mientras sus compañeros se compraban Bentley y Rolls-Royce aristocráticos, él prefería un automóvil más modesto. Montaba un motor de 1.8 litros de cuatro cilindros en línea y dos carburadores. La potencia era de 94 CV y la velocidad máxima de 166 km/h.

Uno de los coches más famosos de la banda pertenece a Keith Richards, que fue bautizado 'Blue Lena' en honor a la cantante estadounidense Lena Horne. Es una edición limitada de la que solo se construyeron 87 unidades. Además, contaba con algunos extras personalizados para Keith, incluido un compartimento secreto para los productos de uso personal del guitarrista.

Uno de los emblemáticos coches de Mick Jagger. Este modelo sustituyó al DB5 de James Bond. Contaba con una carrocería cupé 2+2 de dos puertas. El motor, instalado en la parte anterior, era un seis cilindros en línea de 4 litros de cilindrada y 280 CV de potencia. Alcanzaba una velocidad punta de 244 km/h.

El bajista Bill Wyman colaboró con el departamento de I+D de la fábrica alemana dándoles dinero para que le pusieran los cristales traseros tintados. Los ingenieros nunca habían tintado un cristal curvo. Meses después le entregaban su capricho. Contaba con un motor de seis cilindros en línea de 130 CV para una velocidad máxima de 180 km/h.

Otro coche de la colección de Charlie Watts. Comenzó como un concepto de chasis muy rígido y ultraligero con un motor central trasero transversal, algo novedoso para los automóviles de calle en esos años. Contaba con un motor V12 que entregaba hasta 385 CV.

Otro coche más de la colección de Jagger. Este modelo montaba el motor V8 de 3.5 litros de un Rover que a su vez estaba basado en el de un Buick Fireball 215. Entregaba 184 CV de potencia con una caja de cambios manual de cuatro marchas. La velocidad máxima era de 192 km/h.

Ronnie Wood se unió a la banda en 1975. Su primer capricho fue este Lotus Seven S3 de segunda mano del que se produjeron 340 unidades. Contaba con un motor de 1.588 centímetros cúbicos de cuatro cilindros que entregaba 120 CV de potencia. La velocidad máxima era de 173 km/h y pasaba de 0 a 100 km/h en solo 6,9 segundos.

Otro de los modelos pertenecientes a Bill Wyman es este espectacular GT que combinaba la genial dirección y suspensión de Citroën con un motor de la firma Maserati. Sus ingenieros cortaron dos cilindros del característico V8 para crear el V6 requerido que, aun así, producía 170 CV. La SM de su apellido significa Serie Maserati.

El coche utilizado por Keith Richards para moverse entre las diferentes ciudades de la gira europea de 1973, mientras que el resto de la banda volaban en avión. Le hizo más de 40.000 kilómetros en apenas dos meses. El Dino montaba un motor V6 a 65 grados con tres carburadores Weber que desarrollaba una potencia de 190 CV.

Otro de los coches icónicos de Citroën que también pertenecía a Charlie Watts. Considerado el primer todocamino de la historia, estaba propulsado por un motor de 602cc y 26 CV proveniente del Dyane 1​. Su característica más destacable se encontraba en su carrocería, fabricada íntegramente en plástico ABS.

El famoso 2CV amarillo de la película de James Bond Solo para sus ojos acabó en la colección de Charlie Watts. El Citroën contaba con un motor de 602cc que entregaba 28,5 CV de potencia y ofrecía una velocidad máxima de 110 km/h.

Una de las últimas adquisiciones de Mick Jagger. La berlina de representación alemana del cantante extrae 469 CV de una mecánica V8 biturbo de 4.0 litros. Es un automóvil enorme, ya que llega a los 5,25 metros de longitud. El precio base comenzaba en 136.000 euros.