El 11 de marzo de 2011, Japón experimentó un antes y un después. La catástrofe nuclear de Fukushima I supuso uno de los mayores accidentes nucleares de la historia de la humanidad, junto con el desastre de Chernóbil.
Ese día, un terremoto de 9,1 puntos en la escala de Richter provocó un tsunami de 15 metros. A su vez, las olas de este gran maremoto dañaron varios reactores nucleares en la zona, provocando un triple desastre en el país asiático.
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En un radio de 20 kilómetros, el territorio se declaró como zona de exclusión debido a la contaminación radiactiva a la que quedó expuesta tras el incidente. Sin embargo, aunque existan ciertas limitaciones, este espacio es accesible y algunos se atreven a explorarla.
Es el caso de un youtuber holandés, que decide entrar en la zona para mostrar los restos del lugar, entre los que se encuentran numerosos coches abandonados.
Coches radiactivos
Entre todos los turismos que muestra el explorador, destacan los modelos japoneses, aunque también encuentra otros como un Mercedes Clase S o un Porsche 911 Carrera.
Destacan varios vehículos de Nissan, un Honda S2000, un Mitsubishi Lancer Evolution VII o un Subaru Impreza, todos ellos grandes joyas niponas y modelos muy codiciados por los más entusiastas del motor.
El fin de un desastre
Dado que los niveles de radiación de varios vehículos son más altos de lo permitido para poder exportarlos desde Japón (más allá de su estado mecánico), el destino de estos coches abandonados es el desguace.
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