A cada Mini lanzado al mercado, versión deportiva John Cooper Works (JCW) puesta. El último en pasar por este obligatorio proceso es el Mini Clubman, que estrenará en el Salón de París su variante más radical.
Lo deja claro gracias a su estética, con unas llantas de 18 pulgadas (opcionales de 19), un sistema de escape específico, los logos ‘JCW’ repartidos por la carrocería e incluso una altura rebajada en 10 milímetros respecto al modelo original.
Y lo confirma con su apartado mecánico: le da vida un motor 2.0 turbo de 231 CV y 350 Nm de par (30 más que el Mini JCW) que puede combinarse con un cambio manual de seis relaciones o uno automática de ocho, pero siempre con el sistema de tracción total All4, que es de serie.
Con ambas cajas de cambios hace el 0-100 en 6,3 segundos y alcanza 238 km/h de velocidad punta, aunque consumo y emisiones difieren. El manual gasta 7,4 l/100 y emite 168 g/km de CO2, mientras que el automático marca 6,8 y 154 respectivamente.
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