Las restricciones sobre los vehículos contaminantes o sin etiqueta medioambiental son cada vez más estrictas. Lo que empezó con zonas de bajas emisiones en los cascos históricos, limitando los accesos a los vehículos sin distintivo, ahora está abarcando áreas cada vez más grandes.
Uno de los ejemplos más conocido es Madrid, con su área Madrid ZBE que engloba todo el territorio dentro de la M-30. Con una implementación por fases, los vehículos sin etiqueta de la Dirección General de Tráfico o con pegatina A no pueden, desde este enero, acceder, circular o aparcar en el interior de la M-30 (con excepciones).
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Estas excepciones son para los vehículos que se encuentren domiciliados en Madrid desde 2022 y paguen el impuesto de circulación también en la capital. También entran en este listado los vehículos históricos, de emergencias o adaptados para personas con movilidad reducida.
El cambio para el 1 de enero de 2025 recorta estas excepciones. Así, no podría circular ningún vehículo dentro de Madrid ZBE si no es de emergencias, histórico o para personas de movilidad reducida.
Estas condiciones afectan a miles de residentes en Madrid. Esta medida, según los datos de Automovilistas Europeos Asociados, perjudica en concreto a uno de cada tres conductores y a dos de cada tres coches. El valor económico medio de todos estos vehículos es de 5.200 millones de euros y son los propietarios los que tendrían que asumir personalmente el coste de sustituirlos para poder circular por Madrid.
Además, hay otras consecuencias. Por ejemplo, la pérdida de hasta 32 millones de euros de recaudación del impuesto de matriculación en Madrid cuando todos esos vehículos dejen de pagar el ‘numerito’ en la capital, al tener que salir fuera de la M-30.
Dos años de prórroga para las nuevas restricciones
Por este motivo, y considerando que a la hora de aprobar esta ordenanza de Movilidad Sostenible no se tuvieron en cuenta las consecuencias económicas y sociales, Automovilistas Europeos Asociados ha pedido al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, una moratoria en la aplicación de esta ordenanza. La idea es esperar al menos dos años para hacer efectivo el nuevo nivel de restricciones, por lo que este pasaría a entrar en vigor el 1 de enero de 2027, de concederse dicha prórroga.
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Al mismo tiempo, AEA ha solicitado la exención fiscal de los vehículos inscritos en el padrón del impuesto de circulación del Ayuntamiento de Madrid que no estén autorizados para circular en el ámbito de Madrid ZBE.
Por último, dentro de las peticiones, AEA exige que se refuerce la señalización de acceso a las zonas de tráfico limitado (Plaza Elíptica y el antiguo Madrid Central) a Madrid ZBE. Las multas por entrar a una zona restringida sin la etiqueta correspondiente suben hasta los 200 euros.
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