Morgan es uno de esos fabricantes de nicho que lleva años produciendo coches clásicos en los que predomina la experiencia pura de conducción. En su catálogo se ha permitido alguna excentricidad como el 3 Wheeler, ya extinto, un peculiar modelo de tres ruedas cuyo testigo recoge ahora el Morgan Super 3. Ya está disponible desde 34.995 libras sin impuestos, es decir, algo menos de 42.000 euros al cambio.
Lo más particular que tiene es su configuración de tres ruedas, dos en el eje delantero, que lleva la dirección, y una sola en el trasero. Esto da lugar a una conducción diferente a la que puedan evocar otros coches ligeros (el Super 3 pesa solo 635 kilos) con el formato más tradicional.
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Pero también destaca por su diseño inconfundiblemente retro gracias a detalles como los guardabarros delanteros, los faros o el minimalista habitáculo, con fuerte componente analógico, que está tratado para resistir a la intemperie.
Hay que señalar que Morgan ha echado el resto en lo que a posibilidades de personalización se refiere, algo que queda plasmado en un catálogo de opciones realmente amplio. Se pueden elegir colores para la carrocería, tonos para las ruedas y seis diseños de volante distintos. También hay alternativas para los vinilos decorativos y distintos deflectores de viento para la cabina, así como accesorios para llevar equipaje en los laterales y la trasera del vehículo.
Más limitadas son las opciones en el apartado mecánico, puesto que solo puede montar un motor gasolina 1.5 desarrollado por Ford, que entrega una 118 CV y 150 Nm. El propulsor se combina con una transmisión manual de cinco marchas. Aunque no sea una potencia muy elevada, la ligereza del vehículo permite que pueda acelerar de 0 a 100 km/h en siete segundos y marcar una velocidad punta de 209 km/h (aunque los datos todavía no están certificados).
La marca anticipa un consumo de 5,9 litros cada 100 kilómetros y unas emisiones de CO2 de 130 g/km.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.