El Opel Crossland X no deja de ampliar una gama que ya es bastante completa: con opciones de gasolina y hasta de GLP disponibles, el modelo añade ahora una nueva mecánica diésel que va a asociada a una caja de cambios automática. Además, también amplía su equipamiento.
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El bloque es un turbodiésel de 1,5 litros que desarrolla una potencia de 120 CV y un par máximo de 300 Nm. Se combina con una transmisión automática de seis velocidades para ofrecer un consumo mixto de 4 l/100 km que se reduce a 3,7 l/100 km en un uso extraurbano y que aumenta a 4,4 l/100 km si se utiliza dentro de ciudad.
Opel afirma que el propulsor cumple con la normativa Euro 6d-TEMP, algo que consigue gracias a un catalizador de oxidación que absorbe NOx, a la reducción catalítica selectiva (SCR), a un filtro de partículas diésel (DPF) y al inyector de AdBlue. Todo ello forma una trampa para los óxidos de nitrógeno que actúa como un catalizador de arranque en frío, rebajando las emisiones de NOx a temperaturas por debajo de la desconexión del sistema SCR.
Por lo que respecta al equipamiento, el Opel Crossland X está disponible por primera vez con tapicería de cuero en sus asientos ergonómicos AGR para los acabados Innovation y Ultimate. Su precio de partida será de 18.300 euros, incluyendo el descuento promocional, asociado al mencionado nivel de equipamiento Innovation.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.