Nissan ha renovado por completo su gama de furgonetas, siendo el modelo de acceso ahora la Nissan Townstar, que reemplaza a la NV250. Como esta, es una furgoneta ligera y está disponible con mecánica eléctrica, pero simplifica el resto de su gama de motores, estrena un diseño más moderno y apuesta por la tecnología.
Aprovechando la alianza Renault–Nissan, toma la base de la exitosa Kangoo (algo que también hace la recién presentada Mercedes Citan). Es algo que queda patente en las proporciones y tamaño del modelo, aunque en este caso con el lenguaje de diseño de la marca nipona.
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Sus elementos diferenciadores se centran sobre todo en el frontal, donde una parrilla con forma de diamante y marco de plástico negro centra el protagonismo, partiendo los delgados grupos ópticos de sus extremos inferiores y luciendo unas molduras cromadas en los inferiores. Toques como la protección de bajos de aluminio o las barras del techo denotan cierta inspiración SUV.
Las puertas traseras son correderas, para dar un acceso más fácil a una zona de carga con hasta 3,9 m3 de volumen y 800 kilos de capacidad. Es posible elegir entre una versión combi de cinco plazas y una furgón con dos asientos.
Tanto en una como en otra, el puesto de conducción presenta un sistema multimedia con pantalla central de 8 o 10 pulgadas, con conectividad con Apple CarPlay y Android Auto, y funciones como la llamada E-Call.
El aspecto tecnológico se ha reforzado en materia de seguridad, disponiendo del sistema avanzado de asistencia al conductor ProPILOT, un asistente de viento lateral, el asistente de remolque y un sistema de cámaras de 360 grados, entre otros elementos.
La Nissan Townstar destierra las opciones diésel de su oferta mecánica, que queda reducida a dos alternativas: un motor gasolina 1.3 tetracilíndrico de 130 CV y 240 Nm, y una versión eléctrica (reemplazo de la e-NV200) de 122 CV y 245 Nm, con una batería de 44 kWh de capacidad y una autonomía de 285 kilómetros por carga.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.