El nombre deja claro que estamos ante algo grande: RM 50-03 Tourbillon Split Seconds Chronograph Ultralight McLaren F1. No intentéis repetir el trabalenguas y quedaros solo con lo que importa: es el reloj más ligero del mundo y cuesta un millón de euros.
Pero antes de entrar en materia, unos antecedentes para contextualizar el asunto. Hasta hace poco más de un año, McLaren y TAG Heuer formaban un matrimonio indisoluble formado allá por los años ochenta. Sin embargo, la relojera decidió romper con el fabricante de coches y buscar un terreno más fértil, el de Red Bull Racing.
Ni corta ni perezosa, la marca de Woking ha decidido vengarse de su ex aliándose con Richard Mille para crear la que posiblemente sea la mayor obra de ingeniería del mundo de los relojes.
Para empezar, utiliza un mecanismo Tourbillon que, sin entrar en mucha complicación técnica, es un sistema que compensa el efecto negativo de la gravedad en la precisión del reloj.
Y para seguir, en su construcción se han utilizado los materiales más ligeros posibles, desde la fibra de carbono hasta el titanio, pasando por el mucho más exclusivo grafeno. Gracias a ellos el peso del conjunto es de solo 48 gramos.
Ahora ya es cuestión de los 75 posibles compradores evaluar si son motivos suficientes para pagar el millón de euros que costará cada uno (bastante más de lo que cuesta cualquier deportivo de la gama actual de McLaren).
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