El Opel Crossland X también se pasa al GLP

El 'crossover' alemán amplía su oferta mecánica con un motor 1.2 de 81 CV que puede funcionar con GLP, homologando 6,9 l/100 km y 111 g/km de CO2.

Opel Crossland X GLP

Ha costado, pero poco a poco las marcas van sumando a sus gamas variantes propulsadas por gas licuado de petróleo (GLP), que entre sus ventajas tienen un menor coste por kilómetro y unas emisiones más bajas. El último en sumarse a esta tendencia es el Opel Crossland X.

Opel ha anunciado la incorporación de una nueva versión con motor 1.2 de 81 CV de potencia asociado a una caja de cambios manual de cinco velocidades que funciona con bifuel. Para adoptar los elementos propios del GLP, el modelo incorpora un depósito de 36 litros en el hueco de la rueda de repuesto y un chivato LED en el panel de instrumentos que avisa del uso de este combustible.

Además, la marca ha realizado diversas modificaciones al apartado mecánico, como el añadido de un depósito electrónico multivávulas con sensor óptico que mide con mayor precisión la cantidad de gas restante.

Empleando el GLP, el Crossland X homologa un consumo mixto de 6,9 l/100 km, que sube a 8,4 en urbano y se reduce a 6,0 litros en extraurbano, mientras que sus emisiones de CO2 son de 111 g/km. Si utiliza gasolina convencional el consumo es de 5,4 l/100 km en ciclo mixto, de 6,8 litros en ciudad y de 4,5 en carretera, con unas emisiones de CO2 de 123 g/km. Los consumos de gas son mayores, pero el precio del combustible es mucho menor.

Además, al usar el gas, cuenta con la etiqueta ECO de la DGT, lo que le aporta los siguientes beneficios: evita las restricciones por contaminación, tiene un 20% de descuento en el Servicio de Estacionamiento Regulado y un 75% en el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) durante los seis primeros años.

El Opel Crossland X GLP ya se puede pedir por un precio que arranca en los 19.272 euros del acabado más bajo.

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Mario Herráez

Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.

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