Pablo es un conductor del que la asociación Automovilistas Europeos Asociados (AEA) no quiere ofrecer apenas datos. Solo detalla que una Nochevieja pidió el coche a su padre para recoger a unos amigos y, a la vuelta, el alcohol lo sacó de la carretera y volcó; sus amigos resultaron heridos. Hoy sus padres viven en una modesta vivienda de alquiler porque el juzgado embargó el chalet familiar donde residían para hacer frente, como propietarios del vehículo, a los 360.000 euros con que tuvieron que indemnizar a los amigos de Pablo.
“Si conduciendo causas daños a personas o a cosas y das positivo, la compañía cubre los daños [para resarcir a la víctima], pero puede repercutir los costes al conductor. Y si dejas el vehículo a un amigo o un hijo y causa daños, ojo que vienen a buscarte. Poca broma”, ha resumido este lunes el director general de Tráfico, Pere Navarro.
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Esta figura legal se llama derecho de repetición y faculta a las compañías a recuperar el importe que han pagado por los costes de las reparaciones y de las posibles lesiones causadas a terceros cuando su cliente ha tenido un siniestro vial bajo los efectos del alcohol o las drogas.
El director de Tráfico y representantes de organizaciones de seguridad vial y del sector del seguro han debatido sobre este asunto en una jornada organizada por la DGT y la consultora PONS Mobility, en la que se ha querido mostrar el derecho de repetición como una nueva vía de concienciación para reducir la siniestralidad relacionada con el consumo de alcohol.
El alcohol y el seguro del coche
La ley del seguro regula una figura que, sin embargo, en torno al 62% de los conductores desconoce, según una encuesta de AEA. Así, las aseguradoras pueden reclamar las indemnizaciones al conductor si causa el daño “bajo la influencia de bebidas alcohólicas o de drogas” o si carece de permiso de conducir.
La responsable técnico-legal de la patronal del seguro UNESPA, Cristina Casado, ha propuesto que el derecho de repetición ampare también a las compañías cuando el vehículo que cause el siniestro lleve más de un año sin la inspección técnica de vehículos (ITV) en vigor. En ese caso, solo si los peritos demuestran que el accidente lo haya motivado un fallo mecánico que podría haberse detectado en una estación de ITV.
Esta petición de las compañías aseguradoras “no busca que las aseguradoras puedan repetir en más ocasiones”, en palabras de Casado, sino que pretende dar apoyo a las “medidas de seguridad vial” que mitiguen o eliminen el riesgo del siniestro. No hay afán de recobrar más dinero, “aunque solo sea por un efecto reputacional”, sino de trabajar por la seguridad vial.
Controles de alcoholemia
Aunque no hay estadísticas oficiales, Casado calcula que las compañías ejercen el derecho de repetición en el 0,3% de los casos y únicamente en un 0,1% el resultado es favorable, lo que supone alrededor de tres millones de euros anuales. Además, ha recalcado que solo se reclaman los daños personales, “nunca los materiales”.
Poner el foco en el derecho de repetición, desde el punto de vista de Tráfico, se convierte en una alternativa de concienciación. “Creo que hemos hecho todo lo que dicen los manuales y las organizaciones internacionales para luchar contra el alcohol al volante. Hicimos la campaña del conductor alternativo, hicimos la promoción de microbuses y autobuses, apostamos por la cerveza 0,0 y hacemos seis millones de controles anuales, pero seguimos teniendo un problema con el alcohol y la conducción”, ha reconocido Navarro. “El derecho de repetición parece una oportunidad”, ha sopesado.
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