En una casa es fácil encontrar muchos productos que son muy útiles para el coche. Por ejemplo, las bolsitas de gel de sílice o corcho de vino para evitar la humedad dentro del coche y las de carbón para neutralizar olores.
En los meses más fríos del año, la escarcha, la lluvia y la suciedad de la carretera ponen en peligro la buena visibilidad del coche. Aquí es donde entran en juego las propiedades poco conocidas del vinagre.
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Aplicar este producto en el parabrisas del coche crea una fina película hidrófuga (temporal, eso sí) que mejora significativamente la visibilidad bajo la lluvia. Las gotas, en lugar de extenderse y distorsionar la visión, tienden a deslizarse rápidamente por el cristal.
Esta acción hidrofóbica facilita el trabajo de los limpiaparabrisas, que trabajan con mayor eficiencia y sin dejar marcas. En diciembre, esta propiedad es aún más valiosa: la composición ácida del vinagre altera temporalmente la tensión superficial del cristal.
El ingrediente clave
Esto impide que el agua y la escarcha se adhieran. El ingrediente clave es el ácido acético: este compuesto es capaz de disolver la grasa, los residuos minerales y la suciedad orgánica que opacan el parabrisas.
Al aplicarlo sobre el parabrisas, se reducen las posibilidades de acumular escarcha: en consecuencia, descongelar el cristal por la mañana es más rápido y sencillo. Además, a diferencia de otros remedios caseros, no deja grasosos y es seguro usarlo en las superficies acristaladas.
Cómo aplicar el vinagre en el parabrisas
El secreto reside en un método de aplicación preciso que siempre debe seguir los mismos pasos. En primer lugar, hay que limpiar el parabrisas para eliminar el polvo y los residuos. Esto permite que el vinagre actúe directamente sobre el cristal.
A continuación, hay que aplicar el vinagre (blanco o de sidra de manzana) en un paño o esponja y frotarlo enérgicamente por todo el parabrisas. Es aconsejable hacerlo con movimientos circulares para distribuirlo uniformemente.
Es entonces cuando hay que dejar que el vinagre actúe durante 10 o 15 minutos. Este tiempo de espera es esencial para que el ácido acético disuelva la grasa y cree una película protectora. Finalmente, hay que retirar el exceso con un paño limpio y ligeramente húmedo para, después, secar con uno que esté seco. Así, el parabrisas estará protegido y sin marcas.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.