¿La gasolina es cara o los sueldos son bajos? Compara con otros países

A pesar de las fluctuaciones diversas a lo largo del tiempo, llenar el depósito siempre parece cada vez más caro. Y como se trata de la partida más abultada en el presupuesto anual del coche, el conductor medio se queja generalmente con amargura del precio de la gasolina en España. ¿Con razón? Los datos sirven para sostener tanto una respuesta como la contraria.

Las cifras del Boletín Petrolero de la Unión Europea (con datos a 29 de julio, los últimos actualizados) reflejan una realidad en apariencia incontestable: las tarifas de los carburantes encadenan varias semanas consecutivas de subidas y asientan así la tendencia de 2019. El coste medio del litro de gasolina en España (después de impuestos) se sitúa en 1,327 euros, frente a los 1,212 euros del gasóleo.

En lo que va de año, el incremento en el caso de la gasolina es de alrededor del 12%, y del 7% en el diésel. Más allá de los porcentajes, la traducción resulta clarificadora: llenar un depósito de 55 litros de gasolina cuesta 7,8 euros más que a principios de 2019 (4,45 euros más si se reposta con gasóleo).

Sin embargo, otros indicadores ofrecen una perspectiva diferente. Así lo muestra el equipo de análisis de Picodi, que ha publicado un estudio de las tarifas de la gasolina en el mundo teniendo en cuenta tanto los precios del carburante como los sueldos medios de cada país. Como dato representativo, el informe calcula cuántos litros de gasolina se pueden comprar con un salario promedio. Para simplificar los resultados, el informe no incluye el gasóleo en la ecuación.

De este modo, si un conductor en España tuviese la ocurrencia de dedicar todos sus ingresos mensuales (1.450 euros) a repostar, podría comprar de una vez 1.126 litros de gasolina. No parece una cantidad insignificante, pero tampoco resulta desmesurada. En Suiza, el país europeo con la mejor relación entre el precio de la gasolina y el salario medio, un automovilista especialmente previsor podría llevarse a casa 3.388 litros con una sola nómina. Por detrás aparecen Luxemburgo (2.827 litros) y Noruega (1.989 litros). No lejos de España (que ocupa la decimoctava posición de las 41 naciones europeas estudiadas) aparecen países como Italia (1.219 litros) o Países Bajos (1.279 euros).

Albania cierra la lista con la cantidad más pequeña de gasolina posible, solo 218 litros. Serbia y Macedonia del Norte se sitúan en la parte final del ránking, pero pueden presumir de mejores números: allí el salario medio da para comprar más de 300 litros.

Fuera de Europa aparecen algunos ejemplos sobresalientes, lugares donde los salarios altos y la gasolina barata (o casi regalada) dan como resultado cifras sorprendentes: Qatar (6.476 litros), Kuwait (5.251 litros), Emiratos Árabes Unidos (4.922 litros) y EE UU (4.711 litros) aparecen en los lugares más destacados de la clasificación.

En el extremo contrario, en Cuba (30 litros), Madagascar (42 litros) y Tayikistán (131 litros) se puede comprar una cantidad muy limitada. Las peores relaciones salario-precio se concentran en el África subsahariana, en Europa del Este y en el sudeste asiático.

Los autores del análisis citan dos ejemplos concretos: Nigeria y Venezuela. En el caso del país africano, pese a ser un gran exportador de petróleo y de vender la gasolina muy barata, el raquítico salario promedio (unos 180 euros) solo alcanza para comprar 501 litros. Y en Venezuela la situación podría parecer favorable a primera vista, pero la crisis y la inflación lo han llevado a una situación tan dramática como disparatada. «En el país llanero un salario promedio es suficiente para comprar una cantidad inimaginable de gasolina, ¡más de 14 mil millones de litros! Sin embargo, dadas las circunstancias, esta situación es completamente hipotética», resume el informe.